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Es frecuentemente mencionada la tendencia actual hacia el consumo de productos naturales dada la supuesta inocuidad de as plantas y su superioridad sobre las drogas sintéticas. La Etnobotánica ha aportado valiosa información en cuanto a materias primas y usos novedosos de los vegetales y los distintos fitofármacos generalmente promocionan nombres vernaculares y propiedades atribuidas por distintos grupos humanos a las plantas involucradas. A partir de estudios sobre caracterización del conocimiento que fundamenta el consumo de productos de herboristería en centros urbanos de Argentina, registramos un fenómeno novedoso en esta relación entre los saberes locales, las plantas y los productos farmacéuticos: la aplicación de los nombres de fantasía de dos fármacos a plantas cuya acción sería equivalente pero sin las contraindicaciones atribuidas a los medicamentos. Mediante 26 entrevistas semiestructuradas a consumidores y expendedores de plantas medicinales y en ferias de semillas, se registraron los nombres ?sertal? (propinox clorhidrato) aplicado a Artemisia verlotorum, en tanto que Parietaria officinalis es denominada ?buscapina? (hioscina butilbromuro). Ambos fármacos se expenden como espasmolíiticos y analgésicos, en tanto que las dos especies vegetales registran usos terapéuticos diversos. Consideramos relevante el concepto de ?complejos vegetales? empleado por diversos autores, integrados por plantas que reciben el mismo nombre por poseer caracteres comunes, por ejemplo similar acción terapéutica. El trabajo presentado nos lleva a considerar complejos mixtos integrados no sólo por plantas de uso alternativo, sino también por fármacos de uso corriente especificados para las mismas dolencias. La caracterización del conocimiento local y diseño de su dinámica se constituiría en una herramienta predictiva en cuanto a la conformación de dichos complejos y modificación a lo largo del tiempo.

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