INVESTIGADORES
KARCZMARCZYK pedro Diego
capítulos de libros
Título:
El debate entre Habermas y Gadamer o ¿cuáles son las condiciones de posibilidad de la crítica social?
Autor/es:
KARCZMARCZYK, PEDRO
Libro:
Julio Moran (comp.) Los filósofos y los días (2° edición)
Editorial:
La Campana
Referencias:
Lugar: La Plata; Año: 2010; p. 61 - 70
Resumen:
Este escrito intenta presemtar las cuestiones fundamentales del debate entre Habermas y Gadamer localizándolas en las problemáticas que dominan el pensamiento filosófico contemporáneo. El rasgo más saliente del mismo, el rasgo a través del cual, para indicarlo con Hegel, el pensamiento contemporáneo “supera” al pensamiento moderno, es el destronamiento del sujeto cartesiano. Por este destronamiento entendemos el rechazo, legitimado filosóficamente, de la afirmación según la cual la esfera de la subjetividad proporciona un núcleo de evidencia que constituye el punto de partida ineludible del filosofar. Para comprender este cambio de rumbo es indispensable mencionar el rol desempeñado por los “maestros de la sospecha”, Marx, Nietzsche y Freud de acuerdo a la expresión de Paul Ricoeur. En efecto, a través del trabajo de estos pensadores se tomó conciencia de la fragilidad del optimismo que rodeó a la filosofía moderna centrada en el sujeto. Con los "maestros de la sospecha" se tomó conciencia de la ingenuidad de dicho planteo, dejando en claro que mucho de lo que se registra como evidencia en la esfera de la subjetividad no es más que la incapacidad para poder visualizar el peso del inconsciente, o los mecanismos de producción y de poder, a los que el hombre se encuentra supeditado. En consecuencia, la imagen del hombre a la que nos han acostumbrado estos autores no se corresponde en modo alguno con la concepción del sujeto transparente para sí mismo y completamente soberano sobre sus actos que se desprende de la imagen moderna de inspiración cartesiana. Luego de examinar los planteos de Marx, Freud y Nietzsche encontramos en ellos una limitación que a nuestro juicio tiene que ver con la realización de una crítica externa de la filosofía de la sujetividad, es decir, dependiente de la adopción de una premisa cuya validez no se ha derivado de manera inmanente del planteo de la filosofía de la subjetividad. En el siglo XX vamos a encontrarnos con los límites de esta "superación", en diversas filosofías que reaccionan contra la atmósfera cientificista domenante en el siglo XIX y replantean las problemáticas de la filosofía del sujeto. A nuestro juicio el clima filosófico del siglo XX termina de establecerse con la posibilidad de desarrollar una crítica inmanente de la filosofía de la subjetividad, que relocaliza y redefine las categorías fundamentales. La filosofía hermenéutica, el estructuralismo y diversas vertientes de la filosofía analítica pueden a nuestro juicio inscribirse en este movimiento de superación. Analizamos en consecuencia la filosofía de Wittgenstein, en particular su análisis de las reglas y del lenguaje privado. Con el mismo vemos emerger una red de conceptos en las que lo subjetivo y lo objetivo (comprensión y corrección) aparecen entrelazados con una serie de conceptos que poseen una connotación suprasubjetiva o si se quiere intersubjetiva: acuerdo, institución, costumbre, práctica. Entendemos que esta redefinición de los conceptos fundamentales abre una nueva esfera de problemas en la que el debate entre Habermas y Gadamer encuentran su suelo nutricio. Si el acuerdo, la costumbre (la tradición) son factores constitutivos, siempre presupuestos tanto por la dimensión subjetiva como por la objetiva: ¿quiere ello decir que correcto y aceptado se superponen necesariamente? y si la respuesta a esto es afirmativa, parece que nos deslizamos por un relativismo sin frenos; si la respuesta a ello es negativa, entonces ¿a través de qué recursos se debe distinguir entre correcto e incorrecto? ¿se debe avanzar filosóficamente hacia la clarificación de lo qué sea un acuerdo racional por oposición a un acuerdo fáctico?