Caracterización de obreras en Camponotus borellii Emery (Hymenoptera: Formicidae) por medio de la morfometría geométrica

ALVARO GALBÁN; JAVIER TORRÉNS; FABIANA CUEZZO

La Rioja

Encuentro; 4º Encuentro de Morfometría; 2017

CRILAR-CONICET, Gobierno de La Rioja, SEGEMAR, UNCa; y cuenta con la colaboración de la Secretaría de Ciencia y Tecnología de la UNLaR.

Elpolimorfismo es una condición que se presenta en un 15-20% de géneros dehormigas (Hymenoptera: Formicidae), y aunque se pueda reconocer a simple vista,el problema surge cuando se quiere determinar cuántos tipos de obreras existen.El género Camponotus Mayr presentaesta dificultad en muchas de sus especies, donde se observa una graduación enlos tamaños y formas de sus obreras, sin límites claros entre las castas. Elobjetivo de este estudio es identificar cuántos tipos de obreras existen en Camponotus borellii Emery por medio dela morfometría geométrica (MG). Para ello se contó con cinco nidos de distintaslocalidades de Argentina para un total de 184 obreras, clasificadas como:soldado mayor (S, n=50), soldado menor (ss, n=37), obrera mayor (W, n=47) yobrera menor (ww, n=50). Se evaluaron dos aspectos morfológicos: 1) margendorsal del mesosoma en vista lateral (3 landmarks y 28 semi-landmarks) y 2)contorno de la cabeza desde las inserciones mandibulares en vista frontal (2 landmarks y 68 semi-landmarks). Se utilizó la serie tps para la digitalización de landamarks, transformación a semi-landmarks y relajación de los últimos.Los análisis se efectuaron en MorphoJ1.06d para determinar el morfo-espacio(PCA) y el efecto del tamaño (regresión) en la muestra. En PAST3 se hizo unanálisis discriminante con validación cruzada utilizando los scores de los diezprimeros PCs, que representan el 97,23% y 98,97% de la varianza en el mesosomay cabeza respectivamente. Finalmente, una MANOVA permitió evaluar si losresultados obtenidos eran significativos. Los resultados de la regresiónindican que la forma no está influenciada por el tamaño, 2% (mesosoma) y 0,69%(cabeza) de predichos. El morfo-espacio está más distribuido en el mesosoma(PC1= 43,8%) que en la cabeza (PC1= 83,62%). Los discriminantes dan resultadossimilares para ambos aspectos morfológicos (p<0,0001):las cuatro castas se separan con los dos primeros ejes (eje 1 separa S, ss yww; eje 2 separa W de ww), pero los límites son muy claros para los cambios enla cabeza, con un 97,28% (mesosoma) y 98,91% (cabeza) de reclasificacióncorrecto. Los resultados obtenidos demuestran el potencial de la MG pararesolver el problema abordado, ya que al cuantificar y visualizar los cambiosen la forma podemos definir los morfos-tipos de cada casta. Además, la MG esuna llave que nos permite abrir puertas a nuevas preguntas biológicas ymorfo-funcionales al desenmascarar patrones en los cambios de forma.