Primeras evidencias fehacientes de cocodrilos en el Eoceno del Continente Antártico

GELFO J. N.; BONA, P.; PEREYRA, M.; ACOSTA HOSPITALECHE, CAROLINA; GARCÍA-LÓPEZ, D. A.; IRAZOQUI, F.; REGUERO, M.

Ushuaia

Congreso; I Congreso Científico Provincial sobre Antártida; 2022

La información édita sobre la presencia de cocodrilos fósiles en el Continente Antártico corresponde a un diente aislado procedente del Estrecho de McMurdo, Antártida Oriental, identificado como un posible cocodrilo piscívoro; y un resto mandibular con dientes aislados asociados, de los niveles eocenos de la Isla Marambio/Seymour, Antártida Occidental. Estos últimos fueron originalmente mencionados como asignables a un pequeño cocodrilo marino, aunque luego considerados como un resto de un pez gadiforme, cf. Mesetaichthys. La continuidad de los trabajos de campo en los niveles paleógenos de la Isla Marambio ha permitido la identificación de un osteodermo de Crocodylia en las coquinas basales del Alomiembro Cucullaea I (Ypresiano), de la Formación La Meseta. El espécimen, de gran tamaño, corresponde a un fragmento de osteodermo dorsal (58 mm de longitud y 17 mm de espesor) que preserva marcas correspondientes a anclajes tendinosos y suturas en el margen lateral donde contacta con el osteodermo adyacente. La superficie dorsal se encuentra ornamentada con un patrón que combina celdas de diferentes tamaños delimitadas por crestas parcialmente erosionadas. Histológicamente la placa presenta un patrón consistente con el observado tanto en cocodrilos fósiles como actuales (e.g., aligatóridos). Los Crocodylia son el grupo de crocodiliformes eusuquios que, junto con los sebécidos (de cuerpo desnudo), sobrevivieron a la extinción Cretácico-Paleógeno. Presentan una gran diversificación taxonómica y morfológica durante el Cenozoico, en todos los continentes a excepción de la Antártida. En la actualidad la distribución del grupo se encuentra condicionada por las bajas temperaturas extremas en altas latitudes, debido a su metabolismo ectotérmico. La posición latitudinal del continente antártico durante el Paleógeno indica la existencia de una estacionalidad muy marcada y prolongados momentos de oscuridad durante la noche polar invernal. En consecuencia, el presente registro tiene importantes implicancias al momento de evaluar el impacto climático y en particular, la magnitud de los descensos térmicos invernales. Este nuevo hallazgo constituye el primer registro fehaciente de Crocodylia en la Antártida y añade un nuevo elemento a los escasos predadores conocidos para el elenco faunístico de los ecosistemas terrestres del Paleógeno antártico.