La descendencia argentina de Henri Ducrotay de Blainville. Hacia un mapa del pensamiento transformista entre los paleontólogos del Plata (1860-1910),

IRINA PODGORNY

Darwinismo social en el mundo latino

Siglo XXI de Argentina

Lugar: Buenos Aires; Año: 2005; p. 497 - 534

Esta ponencia -haciendo hincapié en la “entrada francesa”- apunta a trazar un mapa del pensamiento transformista y evolucionista entre los practicantes de la paleontología en la Argentina entre 1860 y 1910. La historiografía argentina está dominada por la interpretación de este momento histórico que los mismos protagonistas urdieron para cimentar su identidad. En efecto, la reducción a una mera oposición entre “darwinistas” y “antidarwinistas surgió y se consolidó en el marco de las disputas entre grupos generacionales y en el de los circuitos de la extensión universitaria y de la educación popular. Sin embargo, la práctica de la paleontología estaba guiada por principios procedentes de diversos marcos de trabajo, donde los osteógrafos y paleontólogos franceses desempeñaron un papel central. En ello,  a la importancia de las traducciones francesas en Buenos Aires y al uso directo de las obras de Henri Ducrotait de Blainville, Paul Gervais y Albert Gaudry, se suma que los laboratorios del Muséum parisino sirvieron de escuela a los coleccionistas, aficionados y estudiosos de la fauna fósil del Terciario sudamericano. Por otro lado, los debates sobre los centros de origen y de distribución de los mamíferos liderados en América del Sur por los hermanos Florentino y Carlos Ameghino (La Plata-Buenos Aires) y Hermann von Ihering (São Paulo) deben colocarse en un marco que se podría considerar “post-darwinista”. Con esto quiero decir: habiendo asumido la transformación de las especies a lo largo de los tiempos geológicos, esta generación de estudiosos debate cuestiones, que no solo son mucho más específicas (el origen y evolución de los molares de los mamíferos, las rutas de dispersión y las afinidades filogenéticas de las especies) sino que, además, intenta desalojar algunos de los presupuesto de la biogeografía de Wallace (principalmente la permanencia de los fondos oceánicos y de los continentes). Por otro lado, estos mismos debates tienen lugar en el momento donde se está tratando de insertar el Cenozoico sudamericano a la secuencia geológica y paleontológica global. En ese contexto, aparecen en juego “el ritmo y la economía de la evolución”y la visión conjunta de los cambios en todo el globo.