INVESTIGADORES
ACOSTA HOSPITALECHE Carolina Ileana Alicia
capítulos de libros
Título:
Un ave limícola-vadeadora del Eoceno de la Isla Marambio, Antártida
Autor/es:
ACOSTA HOSPITALECHE, C.; HAIDR, N.; REGUERO, M.
Libro:
Visiones de Ciencia Antártica
Editorial:
Publicación del Instituto Antártico Chileno
Referencias:
Lugar: Punta Arenas; Año: 2017; p. 19 - 22
Resumen:
En la presente contribución se describe un pico de ave (MLP 12-XI-1-156) perteneciente a un Charadriiformes proveniente de la Formación Submeseta (Priaboniano), en la Isla Marambio (Fig. 1). El material, hallado en la Localidad DPV 16/84 durante la campaña Antártica de verano organizada por el Instituto Antártico Argentino (IAA) en el año 2012, se encuentra depositado en la División Paleontología Vertebrados del Museo de La Plata (MLP), Argentina.El hallazgo del MLP 12-XI-1-156 (Fig. 2) en la localidad DPV 16/84 permite agregar a los gremios mencionados, el grupo de aves limícolas vadeadoras, que sumergen sus picos en el agua y el lodo para atrapar a sus presas. Este registro se suma a un reporte previo de un ave similar a un ibis (Ciconiiformes), representado por un pico fragmentario (Jadwiszczak et al., 2008). Este último registro es muchas veces ignorado en los listados de la avifauna fósil antártica seguramente por tratarse de un material aislado e incompleto. Sin embargo, y como era de esperar al comparar con comunidades actuales, el MLP 12-XI-1-156 confirma la presencia de aves vadeadoras en las cosas antárticas durante el Eoceno.La morfología general del pico (Fig. 2) se encuentra totalmente adaptada para la búsqueda y captura de alimento en cuerpos de agua poco profunda y/o lodos. Un gran número de especies limícolas vadeadoras son clasificadas dentro de las familias Scolopacidae (playeros, zarapitos, agujas, agujetas, vuelvepiedras, andarríos, falaropos, y correlimos, entre otros) y los Recurvirostridae (avocetas y cigüeñuelas o teros reales), todas ellas caracterizadas por eldesarrollo de un pico elongado y muy delgado (Burton, 1974; del Hoyo et al., 1996). Estas estructuras resultan demasiado gráciles y frágiles para su preservación, por lo que estas aves se encuentran mayormente representados en el registro fósil a través de elementos apendiculares (Bickart, 1990; Mayr, 2009 y referencias allí citadas), los cuales son tan característicos como los picos, por su hábito vadeador (del Hoyo et., 1996).