INVESTIGADORES
GIORDANO Mariana Lilian
congresos y reuniones científicas
Título:
El catastro de colecciones fotográficas del NEA como sustento para la comprensión de la memoria regional.
Autor/es:
GIORDANO, MARIANA, RONALD ISLER, LUCIANA SUDAR KLAPPENBACH, GABRIELA QUIÑONEZ, ALEJANDRA REYERO Y CLEOPATRA BARRIOS CRISTALDO.
Lugar:
Corrientes
Reunión:
Encuentro; XVII Reunión de Comunicaciones Científicas y Tecnológicas 2010; 2010
Institución organizadora:
Secretaría General de Ciencia y Técnica - UNNE
Resumen:
El catastro de colecciones fotográficas del NEA constituye la instancia inicial de una investigación que tiene por objeto indagar sobre los modos de construcción de memorias e imaginarios en el Nordeste Argentino. En tal sentido, entendemos al catastro como un relevamiento de información básica común a los fondos públicos y privados de fotografía patrimonial en Corrientes, Chaco y Formosa, que nos permite hallar claves interpretativas al respecto. . En tal sentido, entendemos al catastro como un relevamiento de información básica común a los fondos públicos y privados de fotografía patrimonial en Corrientes, Chaco y Formosa, que nos permite hallar claves interpretativas al respecto. Esta indagación presenta dos aristas a considerar: por un lado, contar con información cuali-cuantitaviva sistematizada sobre las colecciones fotográficas existentes, indagando sobre la posible catalogación del material a la vez de proponer instancias de conservación preventiva; y por otro, utilizar la información recogida para explorar los modos en que se construyen memorias e imaginarios visuales en la región. A partir del avance en el catastro y de los análisis particularizados sobre algunos fondos, pudimos comprender cómo el acopio de imágenes fotográficas, bajo ciertos criterios y pautas, ha operado como instancia de legitimación de imaginarios sociales. El vinculo entre lo representado en las imágenes, los valores socio-culturales que se le atribuyen y los procesos de invisibilización (lo que se decide no conservar), transita caminos distintos en cada provincia, pero en términos generales, esos reservorios han iniciado similares procesos de patrimonialización, al menos de primera instancia. Las colecciones privadas, han ingresado a la esfera pública -museos municipales, casas museo, casas de la cultura, archivos municipales, etc.-, y las de índole pública persisten -a veces diezmadas- en esos ámbitos, pese a la falta de políticas de conservación. Cobran protagonismo actualmente, en virtud de diversas reivindicaciones identitarias, brindando a las comunidades versiones visuales de la historia y posibles anclajes para las memorias compartidas. A partir del avance en el catastro y de los análisis particularizados sobre algunos fondos, pudimos comprender cómo el acopio de imágenes fotográficas, bajo ciertos criterios y pautas, ha operado como instancia de legitimación de imaginarios sociales. El vinculo entre lo representado en las imágenes, los valores socio-culturales que se le atribuyen y los procesos de invisibilización (lo que se decide no conservar), transita caminos distintos en cada provincia, pero en términos generales, esos reservorios han iniciado similares procesos de patrimonialización, al menos de primera instancia. Las colecciones privadas, han ingresado a la esfera pública -museos municipales, casas museo, casas de la cultura, archivos municipales, etc.-, y las de índole pública persisten -a veces diezmadas- en esos ámbitos, pese a la falta de políticas de conservación. Cobran protagonismo actualmente, en virtud de diversas reivindicaciones identitarias, brindando a las comunidades versiones visuales de la historia y posibles anclajes para las memorias compartidas. A partir del avance en el catastro y de los análisis particularizados sobre algunos fondos, pudimos comprender cómo el acopio de imágenes fotográficas, bajo ciertos criterios y pautas, ha operado como instancia de legitimación de imaginarios sociales. El vinculo entre lo representado en las imágenes, los valores socio-culturales que se le atribuyen y los procesos de invisibilización (lo que se decide no conservar), transita caminos distintos en cada provincia, pero en términos generales, esos reservorios han iniciado similares procesos de patrimonialización, al menos de primera instancia. Las colecciones privadas, han ingresado a la esfera pública -museos municipales, casas museo, casas de la cultura, archivos municipales, etc.-, y las de índole pública persisten -a veces diezmadas- en esos ámbitos, pese a la falta de políticas de conservación. Cobran protagonismo actualmente, en virtud de diversas reivindicaciones identitarias, brindando a las comunidades versiones visuales de la historia y posibles anclajes para las memorias compartidas. A partir del avance en el catastro y de los análisis particularizados sobre algunos fondos, pudimos comprender cómo el acopio de imágenes fotográficas, bajo ciertos criterios y pautas, ha operado como instancia de legitimación de imaginarios sociales. El vinculo entre lo representado en las imágenes, los valores socio-culturales que se le atribuyen y los procesos de invisibilización (lo que se decide no conservar), transita caminos distintos en cada provincia, pero en términos generales, esos reservorios han iniciado similares procesos de patrimonialización, al menos de primera instancia. Las colecciones privadas, han ingresado a la esfera pública -museos municipales, casas museo, casas de la cultura, archivos municipales, etc.-, y las de índole pública persisten -a veces diezmadas- en esos ámbitos, pese a la falta de políticas de conservación. Cobran protagonismo actualmente, en virtud de diversas reivindicaciones identitarias, brindando a las comunidades versiones visuales de la historia y posibles anclajes para las memorias compartidas. A partir del avance en el catastro y de los análisis particularizados sobre algunos fondos, pudimos comprender cómo el acopio de imágenes fotográficas, bajo ciertos criterios y pautas, ha operado como instancia de legitimación de imaginarios sociales. El vinculo entre lo representado en las imágenes, los valores socio-culturales que se le atribuyen y los procesos de invisibilización (lo que se decide no conservar), transita caminos distintos en cada provincia, pero en términos generales, esos reservorios han iniciado similares procesos de patrimonialización, al menos de primera instancia. Las colecciones privadas, han ingresado a la esfera pública -museos municipales, casas museo, casas de la cultura, archivos municipales, etc.-, y las de índole pública persisten -a veces diezmadas- en esos ámbitos, pese a la falta de políticas de conservación. Cobran protagonismo actualmente, en virtud de diversas reivindicaciones identitarias, brindando a las comunidades versiones visuales de la historia y posibles anclajes para las memorias compartidas.