Efecto del momento de poda sobre la demografía de brotes nuevos en árboles de olivo.

ALBARRACIN, V.; HALL, A. J; ROUSSEAUX, M. C.

La Rioja

Jornada; Jornadas de transferencia científica y tecnológica de la provincia de La Rioja; 2013

Dirección de Ciencia y Técnica de La Rioja

El desarrollo de los nuevos brotes generados a través de la poda juega un papel fundamental en las complejas interacciones que determinan el crecimiento vegetativo y reproductivo en el olivo. Para evaluar estos cambios demográficos producidos con la poda, nosotros evaluamos el efecto del momento de la poda mecánica sobre la demografía de nuevos brotes. Los tratamientos de poda se aplicaron a la salida del invierno (agosto 2009, diferenciación floral) y a principios de verano (diciembre 2009, endurecimiento de carozo) sobre árboles de 5 años de edad. La poda consistió en la remoción de los laterales E y O sin discriminar entre ramas que corresponde al 40% del volumen de copa en agosto y en diciembre (R40A y R40D) y un tratamiento control R0 sin remoción. Sobre 12 puntos de cortes árbol-1 se cuantificó # brotes de 1º orden y sus ramificaciones nuevas (brotes de 2º orden), vigor del brote (bajo o alto) y longitud. El # ramas árbol -1 removidas fue aproximadamente 350, similar entre R40A y R40D (p<0.05). El 90% de las ramas removidas fueron de 1 y 2 años de edad, y el 10% restante correspondió a ramas de 3 y 4 años. El # de brotes de 1º orden de bajo vigor fue similar entre los tratamientos (1.7 brotes rama-1), pero los brotes de R40A y R40D fueron el doble de largos con respecto a R0 que midió solamente 5 cm. Por otro lado, el # brotes de 2º orden, fue 2.1, 1.1 and 0.2 para R40A, R40D, and R0 respectivamente, aunque en longitud los tratamientos no se diferenciaron. En cuanto a los brotes vigorosos de 1º orden, R40A tuvo el doble de brotes vigorosos (0.7 vs. 0.3) y de mayor longitud (50 vs. 25 cm) que R40D y R0. El # brotes vigorosos de 2º orden fue 3 veces mayor en R40A (15 vs. 4.5) y más largos (9 vs. 4.5 cm) que R40D y R0. Nosotros concluimos que retrasando la poda de invierno a principios de verano, generamos una respuesta del crecimiento vegetativo menos vigorosa. Dicha respuesta fue explicada principalmente por un número reducido de brotes vigorosos de menor tamaño, similar a los arboles no podados.