INVESTIGADORES
ROUSSEAUX Maria Cecilia
congresos y reuniones científicas
Título:
CONSUMO DE AGUA Y LA FISIOLOGÍA DEL DÉFICIT HÍDRICO EN OLIVO (OLEA EUROPAEA L.)
Autor/es:
SEARLES, P.S.; AGUERO ALCARAS, L.M.; ROUSSEAUX, M. C.
Lugar:
Mar del Plata
Reunión:
Congreso; XIX Reunión de la Sociedad Argentina de Fisiología Vegetal; 2012
Resumen:
El cultivo de olivo ha expandido dramáticamente en los últimos 20 años en Argentina, y hoy es el cultivo perenne leñoso con más superficie plantada en el país después de la vid. Para obtener niveles de producción adecuados sobre el largo plazo, el riego es una herramienta crítica. Por este motivo, evaluamos el consumo de agua y la fisiología del cultivo en condiciones no-limitantes de riego y con déficit hídrico. Dos experimentos fueron conducidos en una finca con riego por goteo cerca de Aimogasta, La Rioja, en la variedad ‘Manzanilla fina’. En el primer experimento estimamos la transpiración del cultivo utilizando flujo de savia en arboles enteros y comparamos los valores con salidas de un modelo de simulación existente. En el segundo experimento examinamos las respuestas del flujo de savia (FS), variaciones en el diámetro del tronco, conductancia foliar (Gl) y potencial xilemático del tallo al mediodía (PXT) a tratamientos de riego que indujeron estrés hídrico. La transpiración diaria del cultivo fue aproximadamente 1.5 litros por metro cuadrado de área foliar en árboles bien regadas durante los meses del verano, y los valores coincidieron con aquellos estimados por un modelo de conductancia del canopeo publicado previamente. Sin embargo, los valores medidos fueron menores que los calculados por el modelo durante el invierno. En el segundo experimento, el FS, Gl y la tasa de crecimiento del tronco (TCT) bajaron en las primeras dos semanas desde que se suspendiera el riego en relación con un control bien regado.  Al contrario, la contracción diaria del tronco no fue afectada. El FS, PXT, Gl y TCT mostraron pocas diferencias significativas en un tratamiento de déficit hídrico leve a moderado el primer año relativamente al control, pero hubo reducciones consistentes el segundo año.  Combinados con un análisis de “señal” y “ruido”, esto resultados tendrán implicancias sobre cuál es el mejor parámetro para detectar estrés hídrico y programar riego en el olivo.