El uso de plaguicidas y la salud en Argentina, una mirada interdisciplinaria para un desafío complejo

MUNARRIZ ELIANA ; ROSSEN ARIANA ; PIAZZA AUGUSTO; GUIÑAZÚ NATALIA; SIMONIELLO MARIA ; ANTOLINI LUCIANA; VILLAAMIL LEPORI EDDA

Congreso; Primera Reunión Nacional de la Sociedad Iberoamericana de Salud Ambiental SIBSA - Argentina; 2022

Sociedad Iberoamericana de Salud Ambiental

Los plaguicidas se utilizan extensamente para combatir agentes nocivos para la agricultura y la ganadería, tanto en cultivos intensivos como extensivos, así como plagas domésticas y urbanas, tanto en el ámbito domiciliario como peridomiciLiario, en salud pública para controlar vectores de enfermedades humanas y de animales, y en medicina humana y veterinaria para tratar parasitosis externas. Indudablemente gran preocupación y las mayores controversias se generan por el creciente uso de estos productos que acompañan el proceso de “agriculturización” en nuestro país, donde configuran un recurso central. Este fenómeno se inicia en 1996, con un modelo agrícola extensivo basado en el cultivo de soja transgénica y siembra directa, aplicación intensiva del herbicida glifosato. Esto luego se extendió a otros cultivos, acompañado de la aplicación de volúmenes crecientes de plaguicidas que llegaron a triplicarse en las últimas tres décadas (Butinof et al. 2017). Argentina posee la mayor producción mundial de granos per cápita (2,5 toneladas por habitante) y la región pampeana argentina es responsable de alrededor del 60% de la producción agrícola nacional. La soja ocupa el primer lugar dentro de las commodities (28% de las exportaciones). Existen diversas estrategias para el manejo de las plagas que afectan la producción agrícola, sin embargo el control químico de plagas sigue representando un procedimiento muy utilizado para proteger los cultivos de la pérdida de rendimiento. Los principales países consumidores de plaguicidas en el mundo son China, Estados Unidos, Argentina, Tailandia, Brasil, Italia, Francia, Canadá, Japón e India (Sharma et al. 2019). En Argentina, la utilización de plaguicidas se ha incrementado significativamente en la última década, de 73 a 236 millones de kg/año. Las ventas de plaguicidas en Argentina están lideradas por herbicidas (64 %), insecticidas (16 %) y fungicidas (12 %). Las familias de plaguicidas más utilizados son los herbicidas glifosato, 2,4-D y atrazina, los insecticidas cipermetrina, clorpirifos, lambda-cihalotrina, y los fungicidas epiconazol, tebuconazol y metoconazol (Sharma et al. 2019)