Paul Karl Feyerabend: un camino de regreso a lo Absoluto

DR. PROF. HUGO COSTARELLI BRANDI; DRA. PATRICIA CINER; DR. SANTIAGO GELONCH VILLARINO; LILIANA PÉGOLO; LIC. MARÍA TERESA GARGIULO; LILIANA PÉGOLO; LIC. CEFERINO MUÑOZ; LIC. SANTIAGO VAZQUEZ; PROF. EMILIANO JAVIER CUCCIA; PROF. JOSÉ MENDOZA; HERNÁN SEBASTIÁN SANCHEZ; EXEQUIEL MONGE ALLEN; DR. SANTIAGO ARGUELLO; DR. HÉCTOR GHIRETTI

Mendoza

Jornada; V Jornadas de Cultura y Cristianismo; 2011

Academia de Humanidades, Secretaría de Extensión Universitaria, Facultad de Filosofía y Letras, UNCuyo.

En los 60 Feyerabend somete a una revisión y crítica las paradojas, tensiones y limitaciones que encontraba en su misma formación positivista y en el racionalismo popperiano que él mismo había sostenido en épocas anteriores. El descubrimiento de la incidencia que tiene los supuestos metafísicos en la selección y organización de la evidencia, en nuestros métodos e instrumentos de medición, y en la significación que adquieren los términos observacionales… lo conducen al problema de la inconmensurabilidad. Éste pone de manifiesto que la distinción entre contexto de descubrimiento y justificación, entre metafísica y ciencia no es tal como la postula el empirismo: Toda teoría está animada e informada por una determinada concepción de la realidad. Para que estos presupuestos metafísicos no se degeneren en dogmatismos que entorpecen el progreso científico es preciso someterlos a una crítica y discusión racional. La reflexión metafísica es entendida por el epistemólogo como aquel espacio de dialogo que permitiría convertir en objeto de nuestra crítica las cosmovisiones temporales de las que somos parte; como la oportunidad de argumentar y probar sus tesis a priori. Ahora bien, la ausencia de un principio absoluto en virtud del cual sea posible determinar la veracidad de las cosmovisiones supuestas en las teorías imperantes, conduce al epistemólogo a sostener el relativismo que lo caracterizo desde los 70 hasta fines de los 80. A principios de los 90, desarrollando su propia metafísica, postula la necesidad y existencia de una realidad fundamental a la que designa con el nombre de Dios o Ser con mayúscula. Feyerabend arriba al principio absoluto que guía y define la discusión metafísica a la que debe someterse el quehacer científico. El epistemólogo que mantuvo una constante lucha contra los falsos absolutos erigidos por el positivismo lógico y el racionalismo científico parece acercarse, finalmente, a un nuevo Absoluto.