BECAS
GARCIA BARROS maria cielo
congresos y reuniones científicas
Título:
El sujeto político del populismo. Una clave para pensar la relación entre populismo y democracia
Autor/es:
GARCIA BARROS MARIA CIELO
Lugar:
Resistencia
Reunión:
Otro; XXIV Reunión de Comunicaciones Científicas y Tecnológicas; 2018
Institución organizadora:
Facultad de Derecho, Ciencias Sociales y Políticas de la UNNE
Resumen:
El tema que ha guiado el trabajo de investigación se centra en el concepto de populismo presente en la filosofía de Ernesto Laclau. Tal como el filósofo lo deja ver en los primeros capítulos de La Razón Populista (2015) obra central en la cual lo aborda, esta categoría ha sufrido un confinamiento a la periferia de las ciencias sociales y ha sido excluida también del ámbito de la filosofía política por distintos discursos que a lo largo de la historia fueron delimitando un tipo de racionalidad y con ella de normalidad con consecuencias en el ejercicio de la política. Es desde esta racionalidad que se señala al populismo como un exceso peligroso, un fenómeno transitorio, vago e indeterminado. Para hacer frente a esta marginación Laclau comprende que la tarea primordial es recuperar las lógicas específicas inherentes a este mismo, evidenciando que, el populismo lejos de ser un fenómeno marginal, indeterminado y carente de toda racionalidad, es una lógica política inscripta en el funcionamiento de todo espacio social. Con herramientas teóricas de la lingüística, la filosofía y del conjunto de las ciencias sociales -desde teoría política hasta psicoanálisis- propone desde el campo del pensamiento posfundacional y posmarxista un nuevo concepto de populismo construido en oposición a las teorías esencialistas de lo social convencidas de su homogeneidad y plenitud. Laclau va a considerar a la sociedad en términos de una formación discursiva precaria, en la cual los procesos y practicas adquieren un significado específico y un lugar social ligado al orden simbólico predominante siempre posible de ser modificado. El autor comparte con la tradición heideggeriana la tesis que postula de la pérdida de aquella solidez ontológica que mantenía la creencia en un fundamento último de lo social. En consecuencia, adquiere protagonismo la categoría de hegemonía gramsciana propiciando una automática centralidad de la política, como necesaria institución de lo social -ese espacio que necesita ser constituido una y otra vez porque su fundamento último se ha perdido- es decir, como un mecanismo de articulación constante de identidades políticas sobre un terreno fracturado y primario, no derivables ya de ninguna realidad subyacente, como las leyes económicas de movimiento ni cualquier otra. El populismo en este marco, es un fenómeno político siempre presente de estructuración de la vida política, que en la instauración de una hegemonía y en la construcción de identidades populares refleja su lógica interna. En este marco, nos preguntamos ¿cuál es la relación que tendrá el populismo con el concepto de democracia? El trabajo se propone explicitar en qué medida esta dinámica de construcción de identidades que realiza el populismo, podría resultar compatible y beneficiosa o peligrosa para la democracia. Para el abordaje del problema se ha optado en una primera etapa por una metodología analítica-comprensiva en torno a la lectura de las dos principales obras del autor: Hegemonía y estrategia socialista (2004) en la cual comienza a sentar las bases de un concepto de populismo y ?La razón populista? (2005) en la cual este madura habiendo podido realizar una reconstrucción conceptual de los supuestos ontológicos que fundamentan la propuesta. En una segunda etapa se ha comenzado a sistematizar el complejo proceso descripto de construcción de identidades y sujetos políticos, a partir de una lectura crítica-comparativa de los debates mantenidos entre el filósofo y pensadores como Slavoj Zizek, Michael Hardt y Toni Negri. En el estadio actual de la investigación se ha logrado delimitar elementalmente un concepto de populismo, aunque se evidencio que este no tendría más alcances que el de servir como categoría de interpretación general y abstracta sobre las formas de construcción de las identidades políticas, sin brindar coordenadas normativas que nos permitan dirimir cuándo la construcción populista es democrática o más bien de tintes totalitarias. Podemos decir que el populismo es necesario para la democracia en tanto que construye un pueblo pero que no es necesariamente democrático.