INVESTIGADORES
ALBERTO edgardo Omar
congresos y reuniones científicas
Título:
Producción de gírgolas. El patrón de perforaciones y la disposición correcta de las bolsas pueden incrementar la producción un 70 %
Autor/es:
JARAMILLO, S.; ALBERTÓ E.
Reunión:
Taller; TercerTaller Regional para Productores de Hongos Comestibles; 2011
Resumen:
Después del champiñón, el hongo Pleurotus ostreatus es la segunda especie más cultivada en la Argentina (Gasoni & Albertó, 2003; Albertó et al., 2010). Su producción se puede realizar en troncos, en un sistema menos intensivo y sencillo (Stamets. 2003) o bien en contenedores (Zadrazil, 1974). Generalmente se emplean bolsas plásticas de diferentes formas y tamaños (Albertó, 2008). El tipo de bolsa puede ser del tipo tubo, en ese caso generalmente son colgadas del techo, en otros casos se emplean bolsas negras como las utilizadas para descartar la basura generada en los hogares. Si bien se cultiva en forma intensiva desde hace más de 100 años algunos interrogantes tales como cual es el tamaño ideal de una bolsa, saber si el diámetro. (D) o el número de agujeros influyen en los rendimientos o en el tamaño de los hongos no han sido aún abordados. Por ello se ensayaron diferentes tamaños de bolsa, con diferentes D y pesos con variaciones en la relación superficie-volumen, a los que se les realizaron un número creciente de perforaciones para evaluar parámetros como los rendimientos y las posibles variaciones morfológicas de los basidiomas obtenidos. Se emplearon 3 tipos de bolsas con las siguientes medidas (llenas): i) llamada de tipo tubo, 40 cm long x 9.5-10 cm D, peso 900 g; ii) bolsa pequeña, 20 cm long x 20 cm de D, peso 1800 g; iii) mediana, 30 cm long. x 30 cm de D, peso 5500 g. Las bolsas conteniendo paja de trigo, fueron esterilizaron en un autoclave por 2 hs a 120°C (1,2 psi), luego inoculadas al 5% con la cepa ICFC153/99 e incubadas por 21 días en oscuridad a 25°C. Para inducir la producción, se realizaron 5 diferentes patrones de perforación: 1, 9, 18 y 36 agujeros y sin bolsa (∞ agujeros). Las perforaciones se realizaron empleando un tornillo de 5 mm de diámetro. Se hicieron 10 repeticiones por tratamiento para cada tipo de bolsa. Posteriormente, se llevaron al cuarto de producción en condiciones controladas de fotoperiodo (9hs luz/15hs oscuridad), temp. (18-20 Cº) y humedad (>70%). Se calculó la Eficiencia Biológica (EB%, peso de hongos frescos en relación al peso seco del sustrato) en un periodo de 90 días después de que las bolsas fueron trasladadas a las condiciones de producción. Se contó el número de hongos colectados por bolsa y las medidas de los D de los sombreros teniendo en cuenta el diámetro mayor del basidioma. Con el fin de tener una mejor interpretación de los datos del D de sombreo, estos fueron agrupados en 5 grupos a saber: 1) 0-2 cm; 2) 2-4 cm. 3) 4-6 cm; 4) de 6-8 cm y 5) de > a 8 cm. Los datos fueron tratados estadísticamente empleando el paquete estadístico Statistica. Observamos que las eficiencias biológicas obtenidas en todos los rendimientos variaron de un mínimo de 17 % para el caso de la bolsa mediana con 1 agujero (Tabla 3) y de un máximo de 118.85 % para la misma bolsa pero con 36 agujeros. Si observamos las BE obtenidas con bolsa tubo y chicas (Tabla 1 y 2) vemos que en términos generales se obtuvieron valores promedios entre el 90-100 %. Esto rendimientos son aceptables y comparables a los obtenidos por Lechner &Albertò  (2011) con P. ostreatus en paja de trigo sin suplementar. Hemos observado que el número de perforaciones no altera los rendimientos cuando se emplean bolsas del tipo tubo o bolsas pequeñas; sin embargo para las bolsas denominadas medianas (5500 g) una única perforación altera el rendimiento obteniéndose diferencias significativas y produciendo una caída notable de la EB%(Tabla 3). El tratamiento sin bolsa (infinitos agujeros) muestra una caída en la producción pero que no produjo diferencias significativas. En general, hemos observado que este caso los basidiomas son más precoces es decir que la cosecha se adelanta 2-3 días respecto a los tratamientos con bolsas (datos no mostrados). Este tratamiento fue después descartado por que, al retirar la bolsa se requiere de un manejo muy estricto de la humedad para evitar la desecación de la superficie. Con respecto al número de basidiomas producidos observamos que para las bolsas del tipo tubo el número de basidiomas aumenta con el número de agujeros. Esa tendencia no se observó en las otras dos bolsas ensayadas (Tablas 2 y 3). Cuando estudiamos el tamaño de los basidiomas  vimos que la mayoría de los basidiocarpos cosechados se hallaban en el rango de 6-8 cm para las bolsas del tipo tubo o pequeñas, sin embargo para las bolsas medianas el mayor porcentaje de hongos cosechados alcanzó un tamaño superior a 8 cm de diámetro ( 34.54-53.85 %). Esto nos estaría indicando que bolsas más grandes producirían basidiomas más grandes. Cuando estudiamos la relación superficie/volumen de las bolsas en relación a su rendimiento, observamos que no hay una correlación ya que no hay diferencias significativas en las EB%  obtenidas entre los 3 tipos de bolsas  para un número de agujeros mayor a 1. Los ensayos realizados permiten descartar algunas de las hipótesis o afirmaciones que muchos cultivadores exhibían como verdades tales como que las bolsas de un ancho menor producían mayores rindes o que al aumentar el número de perforaciones se cosechaban muchos hongos pero más chicos. Hemos observado que para los tamaños de bolsas ensayados, ninguna de las dos hipótesis son verdaderas. Mediante estos ensayos hemos podido determinar que un  número de perforaciones en las bolsas mayores a 9 agujeros, no altera los rendimientos y que una sola perforación solo baja los rendimientos si se emplean bolsas de 5500 g de sustrato húmedo. Por ello para bolsas medianas recomendamos 9 agujeros, evitando hacer más perforaciones que no redunda en mayores rendimientos e incrementan la mano de obra. El tamaño de los hongos cosechados tampoco se vio alterado por el número de perforaciones, sino por el tamaño de la bolsa, ya que la bolsa de mayor peso húmedo produjo un mayor porcentaje de hongos grandes independientemente del número de agujeros. El número de basidiomas cosechado aumentó con el número de agujeros solo cuando se empleo la bolsa del tipo tubo. Sabiendo que el número óptimo de perforaciones fue de 9, realizamos un ensayo con bolsas del tipo pequeñas y medianas donde se empleó un patrón de perforación lateral y bilateral, donde los nueve agujeros se encontraban de un lado solo de la bolsas o en dos caras de la bolsa. Este resultado tiene implicancias prácticas interesantes. Normalmente, las bolsas colocadas en estantes, están separadas unas de otras 20 30 cm para permitir que los hongos se desarrollen sin problemas. Si las bolsas se colocasen una al lado de otra, utilizando el patrón de perforación lateral, formando una línea continua, el espacio se reduciría de tal forma que es posible aumentar en un 78 % la carga y por ende la producción (sala de cultivo con dos módulos de 3 niveles con 10 m de estantería lineal cada uno.