INVESTIGADORES
MONTERO LOPEZ Maria Carolina
congresos y reuniones científicas
Título:
NEOTECTÓNICA DE LA TRANSECTA O-E ENTRE LOS 25°S Y 26°S, NO ARGENTINO
Autor/es:
ELÍAS, LEONARDO; ARANDA, GERMÁN; ESCALANTE, LEONARDO; FIGUEROA, SARA; HONGN, FERNANDO; GARCÍA, VÍCTOR; MONTERO LÓPEZ, CAROLINA
Lugar:
Puerto Madryn
Reunión:
Congreso; XXI Congreso Geológico Argentino; 2022
Resumen:
En el noroeste de Argentina, existe una cantidad considerable de estructuras que registran actividad tectónica cuaternaria, con una amplia distribución areal desde la Puna al oeste (e.g. Allmendinger et al. 1989, Casa et al. 2014 y referencias allí), la Cordillera Oriental (García et al. 2013, 2019, Figueroa et al. 2020) y las Sierras Subandinas y Sistema de Santa Bárbara al este (Ramos et al. 2006, Arnous et al. 2020). Tanto en la Puna como en el sector occidental de la Cordillera Oriental, la gran disponibilidad de afloramientos y sus características climáticas áridas a semiáridas son favorables para la observación e identificación de estructuras mediante el análisis de sensores remotos. Hacia el este la densa cobertura vegetal, clima húmedo y escasas exposiciones rocosas, dificultan su identificación por ese medio. Por otro lado, los estudios de campo e interpretación sísmica, demuestran que no todas las estructuras con deformación activa cuaternaria rompen en superficie, o bien su expresión puede estar encubierta por depósitos más jóvenes o ser atenuadas por acción de los agentes exógenos. De este modo, para un análisis integral de la deformación neotectónica, resulta necesaria la evaluación de la respuesta del relieve a la deformación mediante la aplicación de diferentes herramientas en conjunto.En este trabajo se utilizaron varias técnicas para estudiar la expresión de la deformación en la superficie como el análisis de índices morfotectónicos extraídos de la red de drenaje (knickpoints, ksn, perfiles longitudinales) y modelados de superficies deformadas. Para ello se realizaron vuelos con VANT (i.e. dron) y perfiles con GPS diferencial (dGPS), a fin de generar modelos de elevación digital (MDE) de alta resolución (25 cm). Se presentan cuatro casos de estudio de deformación activa con énfasis en el modelado de superficies deformadas. Las áreas seleccionadas poseen contextos climáticos y geológicos distintos, de oeste a este: a- abanico de Payogasta (valle Calchaquí norte), b- piedemonte de la Sierra León Muerto (valle Calchaquí Sur), c- piedemonte de la Sierra del Cebilar (SE del valle de Lerma), d- piedemonte del Cerro Colorado y Sierra de la Candelaria (cuenca de Metán). Estas condiciones dispares permiten evaluar, por un lado, la respuesta del relieve a la deformación mediante los datos obtenidos de la aplicación de diferentes herramientas en gabinete (SE del Valle de Lerma y cuenca de Metán) y, por otro lado, corroborar la relación entre el análisis de la deformación superficial con los datos obtenidos en exposiciones naturales en el Valle Calchaquí.a- Al norte del valle Calchaquí, la falla Toro Muerto tiene un rumbo general N-S y se curva hacia el NNO-SSE en su tramo sur, afectando a los depósitos de conglomerados cuaternarios (abanico Payogasta). El estudio se enfocó en la confección de cuatro perfiles topográficos de detalle donde se muestra la basculación de las superficies aluviales a contrapendiente como respuesta a los últimos movimientos de la falla, dejando en la superficie una traza de escarpa de falla marcada. Los modelados estructurales de la superficie aluvial deformada aplicando trishear, muestran que el tip-point de la falla Toro Muerto se ubica alrededor de 50 m por debajo de la superficie aluvial. Los parámetros geométricos en diferentes sectores, transversales a la traza de la escarpa de falla, arrojan una angularidad próxima a los 60º para esta estructura. A su vez, el análisis del drenaje en este sector indica una marcada desconexión en la dirección de escurrimiento de los tributarios al río Calchaquí, cambiando bruscamente de O-E a N-S, también son notorios los cambios de pendiente, y perfiles de cauces en desequilibrio como respuesta a la actividad recientes de la falla Toro muerto. b- En el piedemonte de la Sierra León Muerto, se observa una lomada suave con elongación N-S, compuesta por depósitos cuaternarios desconectados de su fuente de procedencia, y cuya altura es más elevada (1650 m s.n.m) que las bajadas aluviales actuales (1620 m s.n.m -al este de la geoforma- y 1610 m s.n.m -al oeste de la geoforma-). A partir del análisis integral de los datos de campo y morfométricos, se modelaron cuatro transectas con el software MOVE 2D, donde se encontró la posible falla generadora de la geoforma, y cuya deformación coincide con los datos estructurales colectados. Esta estructura fue modelada como una falla inversa vergente al E, cuyo tip-point culmina en una zona de trishear.c- Al SE del valle de Lerma una falla inversa con vergencia oriental y orientación NE afecta los depósitos plio-cuaternarios que constituyen de la Sierra de Guachipas, la cual, a su vez, constituye la barrera topográfica que define el límite de los abanicos aluviales que se originan en la Sierra del Cebilar al SE. Esta última está formada por un bloque de basamento, levantado por una falla inversa profunda de orientación submeridional y vergencia occidental. Los depósitos de piedemonte entre ambas sierras, se encuentran afectados por rasgos morfológicos lineares de orientación NE, el principal con una extensión de ~15 km y dos menores de entre 1,5 a 2,5 km, que son interpretados como escarpas de falla afectando los depósitos aluviales de los abanicos cuaternarios. La expresión de la escarpa más extensa se corroboró mediante el análisis de seis perfiles topográficos de dGPS, que permitieron además inferir una vergencia occidental de la estructura y una pérdida de rechazo hacia el sur de su traza. d. En el Sistema de Santa Bárbara, el paisaje cuaternario es labrado por estructuras tectónicas cuaternarias que han controlado procesos de depositación y erosión, asociados al crecimiento de orógenos activos y que han delimitado la cuenca de Metán. La estructura principal en esta zona es el Corrimiento Central de la cuenca de Metán (Iaffa et al. 2011) con vergencia hacia el este. En su extremo norte fue identificada una escarpa fresca de falla con rumbo NE-SO, que controla el drenaje del río Medina hacia el NE. Sobre su bloque alto, anomalías de pendientes permiten identificar una superficie plegada en depósitos cuaternarios, interpretada como una escarpa de limbo de pliegue inclinando hacia el O. Por otra parte, en el piedemonte de la Sierra de la Candelaria, se desarrollan un conjunto de cinco fallas de deslizamiento flexural cuya manifestación en superficie corresponde a escarpas escalonadas a contrapendiente, que acomodan la deformación y el acortamiento andino en ambos flancos de la sierra. Con un especial foco morfoestratigráfico, que complementa estudios previos realizados Arnous et al. (2020), se identificó un sistema de sedimentación y erosión controlado por estas estructuras intraestratales, que definen una serie de cuatro niveles de abanicos aluviales aterrazados y segmentados. Las superficies aluviales resultantes, expresan variaciones de pendiente coincidentes con las escarpas escalonadas. Además, los perfiles topográficos con dGPS muestran el desarrollo de superficies plegadas, las cuales en superficie flexionan los depósitos cuaternarios del limbo frontal de los pliegues.De los análisis llevados a cabo en las 4 zonas de estudio, se observa que en general existe una buena correlación entre los ejemplos de evidencias de deformación superficial registrada e índices morfotectónicos extraídos a partir de MDE. Por otra parte, el análisis y modelado de las superficies deformadas resulta una herramienta útil, principalmente en zonas con densa cubierta vegetal y/o cuando la deformación tiene lugar en fallas ciegas, ya que, es posible estimar el tipo de deformación y/o las características cinemáticas de las estructuras que labran relieve.Este trabajo forma parte de los proyectos CONICET PUE-IBIGEO, StRATEGy y ANCyPT PICT2017-1928.