INVESTIGADORES
CIVIT barbara Maria
congresos y reuniones científicas
Título:
Indicadores de uso de agua y su relación con el ordenamiento del territorio
Autor/es:
ORTIZ, NOELIA; CIVIT, BÁRBARA
Lugar:
Tucumán
Reunión:
Encuentro; ENARCIV 2016; 2016
Institución organizadora:
RAHH RACV INTA
Resumen:
El agua ha determinado el sitio de los asentamientos humanos desde sus orígenes y es indispensable para la producción de alimentos. El aumento de la población, y por tanto, de la demanda de agua para consumo directo o con fines productivos, generó una competencia por su uso que condujo a las sociedades a regular la oferta mediante la construcción de diques y aumentar la eficiencia de distribución y uso del agua, entre otras cosas (Molle, 2003). Superadas estas instancias, distintos autores plantean la necesidad de implementar nuevas estrategias de gestión (Wolff y Gleick, 2002; Tetreault y McCulligh, 2012). Una forma consiste en evaluar las aptitudes territoriales para el abastecimiento de agua y, sobre esa base, determinar la mejor localización para las zonas urbanas, las actividades agrícolas e industriales, sin perder de vista la conservaciónde los ecosistemas naturales ni las poblaciones del desierto, quienes muchas veces noreciben aportes hídricos superficiales, porque se destinan en su totalidad a los oasis (Abraham et al., 2007).Estas estrategias están enmarcadas en el concepto de ?ordenación del territorio?, definido por Pujadas y Font (1998) como el ?conjunto de procedimientos y técnicas que, de modo interdisciplinario y prospectivo, estudian la transformación óptima del espacio y la distribución de la población y sus actividades sociales, políticas, económicas, comerciales y residenciales para promover el ordenamiento del territorio?. Torres et al. (2003) plantean necesario para las tierras secas de Iberoamérica ?desarrollar procesos sistemáticos que comprendan: (1) el conocimiento adecuado del recurso hídrico existente y disponible, (2) de los requerimientos de agua de las distintasactividades que se desarrollan en cada una de las cuencas y (3) la compatibilización entre oferta y demanda con una visión de futuro?.Este conocimiento puede simplificarse y cuantificarse mediante el empleo deindicadores de uso de agua. Surge así la necesidad de identificar y evaluar losindicadores de uso y gestión del agua que contribuyan a la sustentabilidad de tierras secas. El objetivo de este trabajo es definir las características adecuadas de indicadores de uso y consumo de agua para ser incluidos en un plan de ordenamiento de territorio en tierras secas que considere el uso directo e indirecto del agua en todos los sectores económicos. Para ello, se realizó una búsqueda bibliográfica sobre ordenamiento territorial en tierras secas e indicadores de uso de agua aplicados a distintas escalas (nacional, cuenca,ciudad o distrito agrícola, entre otros) y para diversas actividades (agrícolas, urbanas e industriales). A partir de diversos autores (Adriaanse (1993), OCDE (1993) y Gallopín (1997), citados en Castro Bonaño, 2011; da Silva y de Moraes Andrade, 2006; Buccheri y Comellas, 2011) se seleccionó una serie de características deseables para los indicadores en general, entre ellos: sencillez, sensibilidad, utilidad, legitimidad, factibilidad, eficienciaeconómica, posibilidad de permitir comparaciones y validaciones en distintas escalas de territorio y de identificarse rangos de valores límites. Posteriormente, se encontró que un indicador de uso de agua oportuno para el ordenamiento territorial en tierras secas, entre otras cosas, debería considerar variaciones temporales y espaciales naturales queinfluyen en la escasez del agua (Rijsberman, 2006) y permitir su espacializacióncartográfica (Buccheri y Comellas, 2011). Esto podría lograrse mediante el cálculo de uso de agua en unidades territoriales homogéneas. Además, deberá permitir comparaciones entre el consumo hídrico de distintas actividades. Hasta el momento, uno de los indicadores estudiados, la Huella Hídrica (Hoekstra, 2011), presenta gran potencial como herramienta para cuantificar el consumo directo e indirecto de agua por actividad y gestionar su uso. Otro indicador interesante es el Consumo Hídrico utilizado por la Agencia de Ecología Urbana de Barcelona (Rueda, 2010), que contabiliza el consumo de agua por habitante y por día, diferenciando tres ámbitos (doméstico, público y comercial) y 6 calidades (potable, no potable, residual, grises domésticas, marginales y regeneradas). Sin embargo, debería ser complementado con otros similares para usos agrícolas e industriales, ya que fue desarrollado para el área urbana.La factibilidad de calcular indicadores complejos variará de acuerdo a la escala espacial a estudiar. La cuenca suele ser la más adoptada como apropiada para la gestión del agua (Rijsberman, 2006). Sin embargo, un modelo de ordenación del territorio a nivel de cuencas requerirá gran cantidad de datos. Este problema, así como también otros indicadores que permitan comprender mejor la complejidad del territorio en tierras secas, seguirán siendo estudiados a fin de analizar la localización óptima de las distintas actividades humanas sobre la base de un recurso vital y limitante como lo es el agua