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En los últimos 25 años, la preocupación de la historiografía ha cambiado su objeto de discusión pasando del análisis y críticas de las fuentes a los problemas asociados con las metodologías, provocando una disociación entre uno de otro. Sin embargo, la utilización, selección y análisis de las fuentes es un tema central de la actividad del historiador y, a pesar de ello, en la actualidad no hay una preocupación dentro del ámbito profesional. Este artículo pretende reflexionar sobre la necesidad de construir una historia social crítica que contemple a los sectores subalternos para lo que se requiere revisar la utilización de las fuentes y métodos disponibles. Dentro de este marco general se examinan diversos enfoques que, a partir de nuevas y viejas fuentes, pretenden renovar las visiones más tradicionales de la historia. Por otro lado, en el trabajo se propone un recorrido por nuevos acervos documentales que permitirían ampliar el conocimiento sobre los sectores subalternos. Se hace hincapié en la historia social argentina que no ha contemplado el carácter particular de las fuentes y las particularidades regionales de un país tan desigual y diferente como la Argentina. Este trabajo pretende rescatar algunas investigaciones que, desde diferentes perspectivas teóricas-metodológicas, intentan estudiar el crecimiento económico y su impacto sobre el desarrollo materiales de la social en la primera mitad del siglo XX. Este período es de vital importancia para la historia social argentina ya que las fuentes cuantitativas están incompletas y son escasas, lo que ha obligado a los historiadores a bucear en nuevas fuentes y metodologías que permitieron obtener resultados satisfactorios. Por último, esta falsa oposición entre fuentes-métodos y teoría han hecho caer a la historia social en un pantano del cual ha comenzado a salir en la última década.

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