¿Pueden los Carábidos del delta del Paraná controlar plagas forestales?

NANNI, ANALÍA; CICCHINO, ARMANDO; QUINTANA, RUBEN DARIO

Buenos Aires

Congreso; II Congreso Internacional de Ciencia y Tecnología Ambiental; 2015

Sociedad Argentina de Ciencia y Tecnología Ambiental

Existen antecedentes tanto en Argentina como en otros países de la utilización de escarabajos de la familia Carabidae como controladores biológicos de distintas plagas. Tanto adultos como larvas de muchas especies son enemigos naturales de una amplia gama de plagas incluyendo gusanos, grillos y babosas. En la región del Bajo Delta del Río Paraná, la principal actividad económica son las forestaciones con salicáceas (álamos y sauces -Populus Sp. y Salix Sp.-). Dicha actividad no se distribuye de forma homogénea si no que se agrupa en el llamado "núcleo forestal" y se ve afectada por distintas plagas, como por ejemplo, la avispa sierra (Nematus oligospilus ? Förster, 1854- Himenoptera: Tenthredinidae), una de las principales plagas forestales del delta, que ataca a ambas especies forestales. El objetivo de dicho trabajo es analizar la actividad anual de algunas especies nativas de Carabidae a lo largo de dos años, con el fin de determinar su potencial como control de dichas plagas. Se realizaron 16 muestreos utilizando trampas ?pitfall? en forestaciones de álamo y sauce de distintas edades y de álamo con manejo silvopastoril. En función de su capacidad como posibles depredadores de plagas, se seleccionaron para el análisis de fenología aquellas con un tamaño promedio superior a los 10,0 mm y con un peso promedio mayor a 0,01 g. Las especies seleccionadas en función de estos criterios fueron Scarites melanarius (176 ind., 0.74 g, 20 mm), Scarites anthracinus (79 ind., 0.39 g, 20 mm), Loxandrus audouini (174 ind., 0.01 g, 10 mm), Paranortes cordicolis (529 ind., 0.05 g, 15 mm), Meraulax alatus (13 ind., 0.03 g, 15 mm) y Pachymorphus striatulus (35 ind., 0.26 g, 20 mm), todas ellas con alimentación zoófagas. Ambos Scarites presentaron un pico de actividad durante la primavera, mientras que el resto de las especies lo presentó en el invierno. Como resultado, proponemos que tanto L. audouini, P. striatulus como P. cordicolis podrían llegar a ejercer algún control biológico sobre la avispa sierra, en su estadio de pupa invernal, que permanece enterrada en el suelo durante el período de temperaturas bajas. La elección de estas tres especies se debe a que fueron muy abundantes en el terreno, a que poseen un tamaño apropiado para el consumo de pupas y a que su pico de actividad solapa con la presencia de pupas invernales. Están previstos trabajos de laboratorio para evaluar dichas especies como controladores biológicos.