La biodiversidad del Delta del Paraná: aspectos ecológicos y biogeográficos

QUINTANA, RUBEN DARIO

San Fernando

Simposio; Simposio Científico Académico Delta del Paraná; 2013

Municipio de San Fernando

El Delta del Río Paraná constituye una región con características biogeográficas y ecológicas únicas dentro de la Argentina. A pesar de ello, hasta hace pocos años, su relevancia como área natural particular había pasado desapercibida y, por lo tanto, en las tradicionales divisiones de las áreas naturales de la Argentina, la misma se encontraba formando parte de otras regiones. Por ejemplo, en la clasificación del país en regiones fitogeográficas, el Delta era incluido dentro de la región pampeana. Recién en el año 1999, la división del país en ecorregiones le otorga al Delta una identidad propia, conformando, conjuntamente con las llanuras aluviales del Bajo Paraguay y del Paraná, la ecorregión ?Delta e Islas del Paraná?. Su peculiaridad está dada principalmente por la presencia de especies de linaje chaqueño y paranaense, propias de climas tropicales y subtropicales, que descienden desde el norte a través de los grandes corredores que representan los Ríos Paraná y Uruguay y que pueden establecerse en la región por las particulares características climáticas presentes. Estas especies conviven en el Delta con otras de linaje templado provenientes de la región pampeana que lo rodea y con especies de abolengo marino-templado que ingresan a través del estuario del Río de la Plata. Este hecho, sumado a la presencia de una elevada heterogeneidad ambiental, producto de procesos geomorfológicos e hidrológicos pasados y actuales, da como resultado que el Delta exhiba una elevada diversidad biológica, con presencia de especies que encuentran en la región su límite sur de distribución. Además, en ella persisten poblaciones de especies de importancia para la conservación como el ciervo de los pantanos, el lobito de río y la pava de monte. A grandes rasgos se pueden identificar tres sectores: Superior, Medio e Inferior. Este último incluye al Bajo Delta Insular, el que se encuentra profundamente transformado desde hace más de 100 años por actividades antrópicas. A pesar de ello, aún persiste en la región una importante explotación de recursos naturales, principalmente basada en actividades extractivas como la recolección de determinadas especies vegetales, la caza de fauna silvestre y la pesca.