Subsidencia de la Caldera Vilama (Puna argentina-Altiplano boliviano) inferida a partir de datos de gravedad y aeromagnéticos.

MIRANDA, S., COIRA, B., SOLER, M. Y M.C., PACINO

Bahía Blanca, Argentina.

Simposio; XXIII Reunión Científica de la Asociación Argentina de Geofísicos y Geodestas.; 2006

Asociación Argentina de Geofísicos y Geodestas

   La Caldera Vilama (CV), centrada en 66° 57’ O y 22° 24’ S), tiene una forma elongada en dirección noroeste-sureste, con un eje mayor de ~35 km  y un eje menor de ~15 km. El borde estructural no puede ser visto directamente en ningún sector, pero puede ser inferido asumiendo que los domos y estratovolcanes que rodean a la caldera se emplazaron utilizando la zona de debilidad creada a favor del mismo. De esta manera, los bordes este, norte y oeste están bien definidos, mientras que el borde sur es un poco más impreciso.    Estudios geológicos señalan que la forma que tiene la CV, el hecho de que colapsó a favor de todos sus bordes y el similar espesor que muestra en todos sus afloramientos ignimbríticos de intracaldera,  serían indicativos de que la Caldera  se habría hundido a lo largo de todos sus bordes de una forma similar. En base a la altura de la pared topográfica y el espesor máximo visible del relleno de una caldera es posible determinar un valor mínimo para la subsidencia, que para el caso de la CV  ha sido estimada en 0,65 km.  Por otro lado, para otras calderas de dimensiones similares  en esta región se han inferido subsidencias mínimas de  3-4 km.    Con el objeto de contribuir a una mejor caracterización de la geometría de colapso de la CV  se han realizado interpretaciones de datos gravedad y aeromagnéticos, cuyos resultados se presentan.    Los datos gravedad corresponden a valores propios que fueron usados para completar la base pública  de datos  de NOAA (National Oceanic and Atmospheric Administration, US) medidos sobre el Altiplano boliviano, y valores provenientes de la base de datos de gravedad de Argentina.  Los datos aeromagnéticos de componente total T, corresponden a la base pública de NOAA.   Las dificultades de acceso a esta zona condicionaron la cobertura de la información gravimétrica, de modo que en   algunos sectores, en especial al sur de la CV, resulta insuficiente. No obstante usando las anomalías de gravedad ha sido posible definir la geometría del relleno, con un mínimo gravimétrico relativo de unos 25 mGal, que se correlacionaría con la parte más profunda de la caldera.  Sobre un perfil que atraviesa la CV en dirección noreste-suroeste se observa una residual de gravedad negativa con gradiente más pronunciado sobre el flanco norte. Mediante determinaciones de densidad en laboratorio de muestras de ignimbritas intracaldera, estimamos una densidad media de  2,38 ± 0,12 g/cm3 para el relleno de la caldera. El  modelado gravimétrico 2½ D sobre este perfil indicaría que el máximo espesor del relleno es de  ~ 2,5 km, para una densidad de contraste Ds= - 0,31 g/cm3.    Los valores aeromagnéticos, con una muy buena cobertura sobre el área de la CV, fueron interpretados mediante diversas transformaciones de campo: continuación analítica, gradientes horizontales y verticales, señal analítica. Las profundidades de contactos magnéticos estimadas usando la amplitud de la señal analítica 3-D,  luego de aplicarle un filtro laplaciano 3x3 para determinar los puntos de inflexión sobre las anomalías de interés, indican sobre la zona de caldera, valores de profundidad de entre 1,6 y 3 km, con una incerteza de 20 %  debido al modelo de contacto adoptado para el cálculo. En síntesis, a partir de los resultados de la interpretación de la información de campos de gravedad y geomagnético, la subsidencia máxima estimada para la Caldera de Vilama sería de unos 2,5-3 km.