Los libros filosóficos de la biblioteca del convento franciscano, que hizo las veces de universitaria. Córdoba del Tucumán (siglo XVIII e inicios del XIX)

SILVANO G. A. BENITO MOYA

Aspectos de la Modernidad Latinoamericana: rupturas y discontinuidades

Editorial de la Universidad Veracruzana

Lugar: Xalapa; Año: 2017; p. 90 - 122

El convento seráfico de Córdoba poseía en la segunda década del siglo XVIII tres "librerías" que, con mayor o menor número de obras, surtían las necesidades de estudio y lectura de las diversas oficinas cenobiales. Cuando los franciscanos se hicieron cargo de la administración de la Universidad, luego de la expulsión de los jesuitas y hasta 1808, la librería mayor conventual reparó las necesidades de la corporación, pues las bibliotecas propias de los jesuitas fueron incautadas y sólo en intermitentes períodos se permitió su uso universitario. El trabajo procura poner sobre relieve un conjunto de obras filosóficas, jurídicas, teológicas y de oratoria sagrada, que fue acumulando la librería en su devenir histórico y que sirvieron para la formación de los propios frailes profesores y de los universitarios, al socaire del ideario reformista borbónico cuya base doctrinal sustentaron. Dos inventarios, uno labrado en 1726 y el otro en 1815 son el testimonio de cómo la biblioteca incrementó el número de obras y qué nuevos títulos entraron por donación o compra en el momento álgido del reformismo, durante los reinados de Carlos III y Carlos IV. Pocas son las bibliotecas coloniales institucionales cuyos fondos se han estudiado en su totalidad. Después de la mayor que tuvo el Río de la Plata, que fue la del Colegio Máximo de Córdoba de uso universitario, quizá sea la que estudiamos aquí la segunda más voluminosa. En ello reside parte de la importancia del tema.