INVESTIGADORES
ARES SofÍa Estela
capítulos de libros
Título:
Dinámica de la población en contextos de ruralidad. Sobre las otras ruralidades
Autor/es:
ARES, SOFÍA ESTELA; MIKKELSEN, CLAUDIA ANDREA; RODRÍGUEZ, CAMILA
Libro:
Configuración y reconfiguración socioterritorial de la Argentina en tiempos del bicentenario
Editorial:
UNICEN
Referencias:
Año: 2021;
Resumen:
Argentina, entendida como país periférico, con una economía dependiente, poseedora de ventajas comparativas para la producción y exportación de materias primas, se ha especializado en la explotación de sus bienes naturales vinculados con la minería, la silvicultura, la agricultura, la ganadería y la pesca. Para los países centrales, dominantes de la economía y la política globales, esta ha sido históricamente la forma más eficiente de uso y apropiación de los recursos nacionales (Kay, 2016) de los países menos desarrollados. El espacio rural, caracterizado por su baja densidad poblacional, el desarrollo de actividades estrechamente ligadas a los bienes naturales presentes, el vínculo directo entablado con la tierra, las costumbres y tradiciones, sumado a las potencialidades ambientales en la búsqueda de desarrollo armónico y respetuoso, se constituye en testigo activo del proceso señalado.Entonces, ¿qué nos devuelve la mirada al observar los paisajes rurales? Pura diversidad; ganado criado en sistemas pastoriles, semipastoriles, y estabulado en sistemas de feed lot; cultivos intensivos bajo cubierta y a campo abierto, ciclos sin descanso de soja-trigo-soja de primera o segunda implantación dependiendo del área, donde la cosecha ya no tiene una temporalidad marcada sino cierta continuidad. En esta diversidad se suman especialidades tales como el cultivo de algodón, almendras, arándanos, arroz, bananas, cítricos, eucaliptos, flores, frutas de carozo, frutas de pepita, frutillas, kiwis, legumbres, mangos, nueces, olivos, pinos, tabaco, té, vides y yerba mate. Extracción de materiales en canteras, salares y zonas de montañas con infinidad de utilidades; desde minerales empleados en la construcción, la fabricación de baterías, teléfonos celulares, computadoras y televisores, hasta aquellos buscados para la elaboración de armamento bélico, joyería y ornamentación. La exploración, extracción y producción de gas natural y petróleo. La generación de energías renovables, mediante molinos de viento, paneles solares, pequeños y grandes aprovechamientos hidroeléctricos, purín porcino y biomasa. El turismo rural, campings y espacios de descanso en contextos de ruralidad. Áreas residenciales elegidas por población de origen urbano. Y por último, y no por eso menos importante, la producción apícola, hortícola y pesquera. Actores muy diversos conviviendo, compitiendo, entrando en conflicto: campesinos, chacareros, medianos y pequeños productores, grandes empresas locales y transnacionales, residentes antiguos y nuevos.Avancemos en comprender en pinceladas generales el territorio rural argentino. Argentina tiene una superficie total de 2.792.600 kilómetros cuadrados, cuenta con 36.146.226.3 hectáreas de cultivos (cereales, oleaginosas, cultivos industriales, legumbres, forrajeras, hortalizas, flores, aromáticas, frutales, bosques implantados, viveros) (INDEC, CNA 2018). Las oleaginosas (39,9 %), los cereales (31,3 %) y las forrajeras (20,6%) son los cultivos que más superficie ocupan. Buenos Aires, Córdoba y Santa Fe concentran el 65,8% de la superficie destinada a las oleaginosas y el 72,6% asociado a los cereales. Por su parte, Mendoza, Tucumán y San Juan reúnen el 57,2% de la superficie implantada con frutales. Salta, Córdoba y Santiago del Estero reúnen en conjunto el 77,4% de la superficie cultivada con legumbres.Observemos cómo se posiciona Argentina en el concierto mundial de la producción. El país es el tercer productor mundial de soja y harina de soja, luego de Estados Unidos y Brasil, concentrando en América los mayores volúmenes productivos de esta oleaginosa (Statista.com). Además, es el cuarto productor mundial de maíz, limón, aceite de soja y biodisel en base a aceite de soja, semillas y aceite de girasol. Es el más importante productor de yerba mate a nivel mundial, también lidera su exportación con destino a Siria, Chile, Líbano y Estados Unidos, cuenta con la mayor superficie sembrada, seguida por Brasil y Paraguay y es el mayor consumidor de este producto (Instituto Nacional de la Yerba Mate-INYM). En cuanto a la actividad ganadera, el Censo Nacional Agropecuario (CNA) 2018 señala que el país reúne 55.689.264 cabezas de ganado (71,9% bovinos, 15,4% ovinos, 4,6% caprinos, 6,4% porcinos y 1,6% equinos). Buenos Aires, Santa Fe y Córdoba se destacan en la producción de ganado bovino reuniendo el 57,3% de su producción nacional. Respecto del ganado ovino, Chubut, Santa Cruz y Buenos Aires concentran los mayores porcentajes de cabezas, agrupando entre las tres provincias el 65% nacional. Sobre el ganado caprino, Tierra del Fuego (20,2%), Rio Negro (17,9%) y Misiones (15,4%) reúnen las mayores proporciones del país. Mientras que, al considerar el ganado porcino, Corrientes (23,2 %), Buenos Aires (22,7%) y Santiago del Estero (15,9%) representan los mayores valores relativos a nivel nacional. Por su parte, Catamarca (20,8%), Entre Ríos (12,1%) y Chubut (6,1%) se destacan en la producción equina.Según el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC) la población identificada como rural para el año 2010 ascendía a 3.599.764 habitantes, de los cuales 1.307.701 se definieron como población rural agrupada y 2.292.063 como residentes en áreas rurales dispersas. El 30,4% representan al grupo etario de 0 a 14 años, 60,77% es población potencialmente activa y 8,83% es población pasiva definitiva, es decir, de 65 años o más. El 52,84% eran varones y el 47,16% mujeres.El CNA 2018 expresa que en el hábitat rural argentino hay 331.029 viviendas de las cuales el 76, 2% se encuentran en parcelas habitadas y el 22% se presentan deshabitadas. Por su parte, 6,6% corresponden a viviendas habitadas en terrenos sin límites, mientras que el 0,8% de las viviendas en los mencionados terrenos están deshabitadas.Esta caracterización puede extenderse por numerosas variables, muchas de las cuales se explorarán a continuación, pero la breve descripción antes apuntada da indicios sobre la realidad de la ruralidad Argentina. Una ruralidad enmarcada por el neoliberalismo, el avance del agronegocio y de la agricultura científica o industrial. En este contexto conviven diversas ruralidades u ?otras ruralidades?, plurales, ancestrales algunas, que en cierta forma aparecen invisibilizadas o naturalizadas. Por tanto, y mediante el análisis y sistematización de fuentes secundarias, proponemos aportar al reconocimiento de esas otras realidades rurales argentinas, en un texto que no es exhaustivo pero que aporta al análisis rural en escala nacional.A continuación de la introducción, el capítulo se estructura en cuatro apartados. En el primero se presenta el debate en torno a lo rural y el significado de la ruralidad. A continuación se introducen las características contextuales y poblacionales. En el tercer apartado se analizan aspectos de la dinámica y estructura demográfica, haciendo énfasis en la composición por sexo y edad, así como en las relaciones de cuidado y las formas de allegamiento familiar. La cuarta sección hace referencia a los procesos productivos que actualmente tienen lugar en los espacios rurales, así como a los cambios que se observan en las últimas décadas. Por último, el capítulo finaliza con algunos comentarios de cierre sobre los temas propuestos.