Violencia de pareja en jóvenes universitarios: la magnitud del problema

ARBACH, K.; ALVAREZ-LOPEZ, E.

Santiago de Compostela

Congreso; I Congreso Nacional de Violencia de Género y Salud; 2009

  Resumen:   Las relaciones de noviazgo se presentan en general durante la adolescencia o la juventud y frecuentemente sirven como ensayo para las futuras relaciones de pareja. Las vivencias, interacciones y actitudes que en ellas se desarrollen, pueden influir en gran medida en las pautas de relación posteriores (Riggs, Caulfield i Street, 2000; Rodríguez Franco, Antuña Bellerín et al., 2008).   Aunque la violencia en parejas jóvenes ha sido menos investigada que la marital, algunos datos señalan que su frecuencia puede ser incluso más elevada, aunque sus consecuencias no sean generalmente tan graves (Barnett, Miller-Perrin y Perrin, 1997).   La violencia de parella suele manifestarse de forma gradual a medida que aumenta el compromiso, y muchas situaciones de maltrato que se gestan desde el noviazgo, se intensifican posteriormente (González Méndez i Santana Hernández, 2001). En función de esto se podría afirmar que las parejas de novios que viven una relación violenta tienen un mal pronóstico si esta relación se mantiene, dado que la violencia suele ir en progresión.   En 1998 la Organización Mundial de la Salud infromó que aproximadamente el 30% de las estudiantes universitarias indican haber sufrido algun tipo de violencia en sus relaciones de pareja. En una reciente revisión bibliográfica, Cáceres y Cáceres (2006) citan estudios sobre prevalencia de violencia en parejas de jóvenes estudiantes con rangos que oscilan entre el 9% y el 57%. En un estudio realizado por González y Santana (2001) encontraron que alrededor de un 11% de los jóvenes se han visto implicados en una relación violenta, ya sea como agresores o como víctimas, aunque no encontraron diferencias de género entre ambos roles.   Es posible que las diferencias encontradas en la prevalencia se deban a diferentes razones entre las que destacan: a) la definición de violencia y de violencia de pareja, b) el método empleado para su registro, c) la muestra seleccionada, o d) el período de tiempo considerado. No obstante, aun en sus mínimos estos índices resultan alarmantes por el pronóstico que representan. En este sentido, las políticas de juventud y educativas han apostado por incluir entre sus objetivos intervenciones relacionadas con la promoción de la igualdad de género, el respeto y la resolución de conflictos mediante la “no-violencia”.   En este contexto el conocimiento de la prevalencia objetiva del fenómeno es una condición sine qua non para el diseño de cualquier esfuerzo preventivo, y nuestra investigación se dirige a aportar datos en este sentido. El objetivo principal del estudio es conocer la prevalencia de la violencia de pareja entre los jóvenes universitarios en sus diferentes modalidades (física, psicológica y sexual). Para ello se ha administrado una encuesta a una muestra representativa de 601 estudiantes universitarios de ambos sexos de la Universidad de Barcelona. Se mostrarán las prevalencias obtenidas tanto de víctimas como de agresores, en relación al sexo, tipo de violencia y frecuencia de la misma.   Aproximadamente 17% de los jóvenes encuestrados infromaron haber sido víctimas de algún tipo de conducta violenta por parte de una pareja en algún momento de su vida. Este proporción varió significativamente entre hombres y mujeres (9% vs 19,4% respectivamente). En general, las mujeres presentaron tasas más elevadas tanto victimización como de perpetración de conducta agresiva en general, aunque al considerar las diferentes modalidades de violencia las diferencias entre ambos sexos solo resultaron significativas en el caso de la victimización psicológica y sexual.