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Los análisis y elinstrumental conceptual de la tradición fenomenológica han resultado deespecial atractivo en el trabajo interdisciplinario propio de las cienciascognitivas, dada su riqueza descriptiva de fenómenos como la conciencia, lacorporalidad, la subjetividad y la intersubjetividad.En lo que respecta alfenómeno de la intersubjetividad, la experimentación neurocientífica habíaimplementado tradicionalmente modelos de comprensión y de construcción deexperimentos basados en la llamada ?teoría de la mente?: lo relevante resultabael reclutamiento neurológico implicado en la observación de agentes, situandoasí el fenómeno mismo de la intersubjetividad en una perspectiva de tercerapersona, es decir, la de un observador no implicado o que no interactúa.Sin embargo, se hanpodido identificar diferencias profundas en el procesamiento neural relativo ala interacción social. La fenomenología, que advierte lanaturaleza corporizada e integrada de la experiencia de sí, advierte que en elencuentro con otro no nos enfrentamos ni con un mero cuerpo ni con una psiqueescondida, sino con un todo unificado. Se descubre así la empatía como unaforma de intencionalidad en la que uno se dirige a la experiencia vivida delotro.Estacomprensión de la intersubjetividad llevada al ámbito experimental ha planteadola implementación de una perspectiva de segunda persona: de modalidadesobservacionales y mecanismos individuales a escenarios interactivos y procesosparticipativos. La perspectiva de segunda persona resulta propiamente intersubjetivaen cuanto relaciona a un sujeto con otro convirtiéndose así en una perspectivasobre una perspectiva. Indagaremos las diversas interpretaciones que hanencontrado aplicación en la experimentación neurocientífica como perspectivasde segunda persona, a fin de evaluar sus aportes y ofrecer posibles tareas odesafíos aún pendientes.

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