Análisis del origen y comportamiento del Neo-XY, y del patrón de recombinación en machos y hembras de Ronderosia bergi (Melanoplinae, Acrididae)

CASTILLO, ELIO R. & MARTÍ, DARDO A.

Posadas, Misiones

Jornada; II JoNEBi: Segundas Jornadas Nacionales de Estudiantes de Biología; 2007

En los Orthoptera Subtropicales, los rearreglos Robertsonianos (Rb) han tenido un papel relevante en la creación de variantes al sistema cromosómico de determinación sexual básico, dando lugar a los sistemas de determinación del sexo derivados Neo-XY. En Melanoplinae las fusiones céntricas entre un cromosoma sexual y un autosoma, han ocurrido recurrentemente en las poblaciones naturales. Asimismo, sistemas polimórficos complejos de fusiones Rb, que involucran únicamente autosomas, provocan cambios en el patrón de distribución y frecuencia de quiasmas, y están relacionados usualmente con el mantenimiento de estos polimorfismos en la naturaleza. Por otro lado, los cromosomas supernumerarios también pueden afectar significativamente a la frecuencia y distribución de los quiasmas, con efectos iguales o diferentes en ambos sexos.En el presente trabajo, analizamos la meiosis masculina y femenina en el Melanoplino Ronderosia bergi, de diferentes poblaciones de la provincia de Misiones, mediante técnicas convencionales y bandeos cromosómicos, con el objeto de estudiar el comportamiento y origen de la estructura cromosómica del par sexual, analizando la frecuencia y disposición del patrón de quiasmas, para determinar si existen diferencias significativas entre machos Neo-XY (2n=22), machos portadores de cromosomas “B”, frente a las hembras no portadoras.Ronderosia bergi posee diez pares de autosomas y el sexual Neo-XY en todas las poblaciones conocidas. Estudiamos el comportamiento característico del par sexual, producto de la fusión céntrica entre el cromosoma X y un autosoma (brazo XL y XR respectivamente, seguido por una posterior inversión pericéntrica en el Neo-Y.El análisis de la frecuencia de quiasmas reveló una media de 12,22-SD=0,61 quiasmas totales (QT) en machos, y  una media de 11,54 - SD=0,29 en hembras, individuos no portadores de cromosomas B. No existieron diferencias significativas entre machos portadores y no portadores de cromosomas B (X=12,2 y X=12,22) respectivamente, resaltando quizás la posibilidad de que el cromosoma supernumerario no tenga un efecto detectable en el patrón básico de quiasmas.Por último, el mantenimiento de combinaciones génicas adaptativas estaría asegurado por el equilibrio entre la creación de nuevas variantes por recombinación, y la conservación de las exitosas por la Selección Natural, este equilibrio no se ve distorsionado por la diferencia de recombinación entre sexos (herencia de dos vías), que sí ocurre en otros Melanoplinos.