La adhesión de Venezuela y el manejo institucional de las asimetrías en el MERCOSUR

ALBERTO D. CIMADAMORE Y ADRIANA B. RODRÍGUEZ

Caracas, Venezuela

Workshop; Seminario Internacional del Grupo de Trabajo MERCOSUR e Integración Regional de CLACSO; 2006

CLACSO / Universidad Central

Venezuela firmó con el MERCOSUR un Protocolo de adhesión al Tratado de Asunción el 4 de julio de 2006, por medio del cual este país desarrollará su integración en el MERCOSUR bajo los principios de gradualidad, flexibilidad y equilibrio, reconocimiento de las asimetrías y del tratamiento diferencial. De esta forma, en el Protocolo se reconoce, al menos en forma declarativa, el problema de las asimetrías dentro del bloque. En todo proceso de integración existen asimetrías cuyos efectos pueden manifestarse en externalidades negativas, las cuales a su vez pueden llevar a la profundización del esquema de integración como a etapas de crisis y estancamiento. Allí radica la importancia de este tema. ¿Qué características tienen las asimetrías en el MERCOSUR? ¿Cómo afecta a esta situación el ingreso de Venezuela al bloque? ¿Cuál es el tratamiento que se da a las asimetrías en el proceso de integración subregional vis á vis la UE? ¿Cuáles son los criterios adoptados por estos procesos de integración? Dentro del plano institucional, ¿Qué tipo de instituciones se encargan de las asimetrías dentro del MERCOSUR? Todas estas son preguntas que intenta responder en el presente trabajo. A manera de conclusión, se afirma que para reducir las asimetrías, son importantes no solo los criterios a adoptar, sino también las instituciones que tendrán a su cargo dicha tarea. En el MERCOSUR no existen -desde la perspectiva teórica y la evidencia empírica que aporta este trabajo- instituciones apropiadas para su eficaz y eficiente administración. Su diseño institucional típicamente intergubernamental es intrínsecamente limitado para esa tarea, lo que se puede ver claramente cuando se lo compara con el modelo europeo y sus respuestas a las asimetrías existentes en ese contexto. Esta situación claramente dificulta el diseño y aplicación de políticas redistributivas a escala regional en el MERCOSUR, que en cierto punto del proceso de integración son fundamentales para su cohesión. En este contexto, un gran número de temas relacionados con la marcha del bloque -que condicionan su viabilidad y legitimidad como conjunto- se tratan y se resuelven en negociaciones bilaterales entre Argentina y Brasil. No obstante, es esperable que la membresía de Venezuela -junto con el nuevo discurso predominante en los países grandes de la subregión- puede cambiar o atenuar esta situación, al disminuir objetivamente el peso relativo de las asimetrías estructurales y enfatizar los aspectos políticos de la integración que sitúan en un primer plano a la cuestión de la cohesión y legitimidad social del proceso de integración económica.