La concepción cusana del conocimiento a la luz de la metáfora del hombre cosmógrafo (homo cosmographus) en El Compendium.

ORDOQUI FLORENCIA; WARSZAWSKI IELKA

Congreso; XVI Congreso Nacional de Filosofía (AFRA); 2013

En un intento por comprender la filosofía de Nicolás de Cusa, es interesante analizar su lugar en la historia del pensamiento. Si bien muchos lo han interpretado como ?precursor? de la filosofía moderna, otros han intentado desentrañar la confluencia de tradiciones que lo llevó a plasmar su propuesta. Quizás sea cuestión de distinguir, de un lado, las problemáticas que el Cusano retoma de la filosofía medieval, y del otro, los modos de abordar dichas problemáticas. Al reflexionar sobre la obra de Nicolás de Cusa, percibimos una constante que se mantiene en todas sus especulaciones filosóficas y que, por tanto, consideramos el camino a partir del cual es posible delinear distintas perspectivas del pensamiento cusano; aquél será lo que es dado en llamar ?La máxima doctrina de la ignorancia.? Así pues, este trabajo se propone leer a Nicolás de Cusa como una figura de ?umbral?, como un pensador situado sobre ese límite imperceptible que separa a una épocade otra, en una zona en la que no habría experiencia de un cambio de época como tal, pero sí una noción del estar de uno u otro lado. Desde esta clave de lectura, analizaremos la concepción cusana del hombre, considerando qué aspectos de la tradición se retoman y preservan, y qué otros aspectos son tenidos en cuenta para ser modificados. Para ello, elegimos el concepto de ?microcosmos?, iluminándolo con la metáfora del cosmógrafo, presentada por el autor en una de sus últimas obras, El Compendium. Si bien la metáfora pone de manifiesto toda la concepción cusana del conocimiento, no podemos dejar de señalar que, a la vez, refleja su antropología. Por eso mismo, con la intención de mostrar la complejidad de la metáfora, la abordaremos desde tres perspectivas: la relación del hombre con el mundo, su relación con otros hombres y la relaciónconsigo mismo. De este modo, buscamos señalar que Nicolás de Cusa concibe un hombre abierto al conocimiento del mundo que lo rodea, dispuesto a relacionarse con otros, pero que, a la vez, se vuelve sobre sí mismo, a fin de conocerse. Y conociéndose de modo conjetural, conoce también de modo conjetural aquella Verdad o Principio del que él y todo procede.