La extensión universitaria durante el aislamiento social: una forma de adaptar el diálogo de saberes con la comunidad

BRUGO MARÍA BELÉN; SANGUINO VALENTIN; HERRERA MELISA; VOLPINI XIMENA

Congreso; IV Reunión Conjunta de Sociedades de Biología de la República Argentina.; 2020

Basados en una concepción de la educación como ejecutora de la posibilidad que brinda para el mejoramiento de la humanidad y como acción clave para lograr la igualdad, la transformación y la inclusión de todos los individuos de la sociedad y en contra de la deshumanización, trabajamos a través de la “dialogicidad”. La dialogicidad es desde la perspectiva freireana una práctica que exige tanto de educadores como de educandos una relación de auténtico diálogo, reuniendo a los sujetos en torno al conocimiento de un objeto cognoscible que actúa como mediador entre ellos. El conocimiento acerca de la Enfermedad de Chagas, que se produce, se enseña y se aprende en la Universidad es el que llevamos a las comunidades más afectadas por la presencia de Vinchucas, el organismo vector de esta enfermedad, en la provincia de Córdoba. Es por ello, que el año pasado visitamos distintas comunidades del Noroeste cordobés, específicamente establecimientos educativos de los Departamentos de San Alberto y San Javier. En los colegios contamos la historia de la enfermedad, también enseñamos a reconocer vinchucas y hablamos acerca de qué hacer si nos pica, que consecuencias trae contraer la enfermedad, cuando debemos ir al médico y qué análisis deben hacerse. Los estudiantes no solo se mostraron interesados si no que, además, compartieron sus experiencias personales, muchos de ellos habían visto en sus hogares el insecto, otros tenían familiares con la enfermedad o se habían hecho los análisis. Todo esto llevo a un diálogo de saberes compartido y nos permitió ver una realidad tangible sobre la Enfermedad de Chagas que no vemos en el laboratorio. La experiencia nos interpeló y logro darle a nuestro trabajo diario un significado más noble.En el contexto global actual nos pareció necesario intentar buscar una manera de seguir adelante con la extensión en tiempos donde no se puede estar en territorio de forma presencial. Teniendo en cuenta el vínculo estrecho que hemos desarrollado con la comunidad, y que este sector fue identificado como el primer gran foco de contagios de la provincia durante la pandemia por COVID-19, nuestro compromiso como extensionistas fue entablar un diálogo de saberes inmediato. Nos comunicamos en primera instancia con las docentes, ellas nos comentaron la situación que estaban enfrentando y la necesidad de información certera sobre cómo actuar. Entonces, decidimos valernos de las redes sociales para hacerle frente a este problema. Realizamos un vivo por Instagram, que previamente fue difundido por las profesoras y por la radio local. En este respondimos preguntas que recolectamos una semana antes a través de la plataforma y hablamos sobre la enfermedad, los cuidados que hay que tener, como actuar en caso de contraerla y la importancia del aislamiento. Durante la actividad nos dimos cuenta que la desinformación es peligrosa y que tenemos la responsabilidad social de compartir nuestros conocimientos. El acceso a información confiable y fidedigna es un derecho. La tecnología nos da la oportunidad de comunicarnos sin importar la distancia, de mantener los lazos y de seguir aprendiendo unos de otros y es por ello que debemos adaptarnos a cada circunstancia y ofrecer a la comunidad todas las herramientas posibles para poder comprender objetivamente la realidad y actuar en consecuencia.