INVESTIGADORES
BONVILLANI Andrea
capítulos de libros
Título:
Travesías con otros: reflexiones en torno a experiencias de investigación con jóvenes cordobeses?.
Autor/es:
BONVILLANI ANDREA
Libro:
Coloquios de Investigación Cualitativa II.
Editorial:
Universidad Nacional de Córdoba
Referencias:
Año: 2013; p. 54 - 63
Resumen:
Hace ya varios años intento explorar los modos como distintos colectivos juveniles se vinculan subjetivamente con lo político, es decir, lo que sienten, piensan y hacen al construir ese mundo de relaciones sociales, conflictos, negociaciones, que supone vivir con otros, creando el mundo. Hace menos años he designado esto que deseo explorar como subjetividad política, categoría teórica que en realidad es una excusa para poner en visibilidad de qué manera se tensionan la cuestión de la subjetividad, la política y los procesos de inclusión/exclusión que operan en el marco del Capitalismo en la actualidad, porque me permite analizar en tensión los procesos de sujeción a un orden social con las posibilidades de emancipación subjetiva, en procura de la igualdad. Mi posicionamiento en relación a cómo se conoce me ha llevado a elegir formas de investigar que intentaran reconstruir con otros los modos cómo ellos y ellas experiencian su propia vida, entendiendo que, en consecuencia, investigar es acompañar al otro en esos procesos psicosociales por medio de los cuales damos sentido a la propia existencia en lo cotidiano y desarrollamos nuestros proyectos. Por supuesto que este acompañar es operar reconstruyendo memorias, pero también poniendo en diálogo saberes, tensionándolos, interrogando certezas cristalizadas, ejercitando la duda en fin: encontrándonos en la pregunta, en la in-quietud de querer saber para transformar. Mis exploraciones me han llevado a encontrarme con jóvenes de distintos sectores sociales de Córdoba, especialmente de sectores populares, con los cuales me gusta decir que he trabajado más que investigado técnicamente haciendo entrevistas en profundidad, observaciones de sus actividades en distintos registros de su vida cotidiana, en grupos de discusión, etc. Para concluir, podría decirse que lo que básicamente he hecho con ellos es conversar: dejarme llevar de la mano de las palabras, engarzando cuentas y cuentos para narrarnos la vida. La investigación cualitativa es básicamente un proceso interpretativo de la realidad social, lo cual implica la existencia de una mirada situada de quien conoce y nos obliga, en la práctica, a mantener una actitud permanente de autorreflexión acerca de los propios cuerpos conceptuales y metodologías de abordaje de la realidad, develando los supuestos que los sostienen para fundamentar la visión/versión que se propone. Se trata, entonces, de ejercitar una posición de reflexión permanente sobre lo que se hace, situar un lugar en que el observador sea al mismo tiempo el observado (...). Que conozca lo que hace, dice Canales (2001: 10). En esta oportunidad quiero detenerme en la fibra interna de lo que ha significado para mi, en mi propia inscripción subjetiva, investigar con otros y otras? En alguna parte he definido la subjetividad política como un modo de ser y estar en el mundo, como la piel subjetiva que vive la experiencia de encuentro/desencuentro con los otros que plantea la vida en común. Entonces, ¿qué le pasa a mi piel social cuando intento meterme en el mundo de la vida del otro? O mejor, ¿qué nos pasa a los que allí compartimos esa experiencia?. Para Castoriadis (2002) este tomarse a sí mismo como objeto es producto de una capacidad de actividad deliberada, porque no es natural para el sujeto hacer esta torsión de sí, sino que es resultado del ejercicio de una posición y, en cuanto tal, inseguro, improbable, contingente. A continuación, propongo escenas que tienen como condición de producción la experiencia de construcción del conocimiento que antes reseñé. En ellas, los límites impuestos en un a priori que designa inequívocamente investigador /investigado, se vuelven difusos, se ponen en crisis. En estas experiencias se expresa centralmente el cuerpo como la primera y la última frontera del vibrar con el otro. Emocionalidad y pensamiento que se mezclan, se entrecruzan, se mixturan. Este «sí mismo» -el cuerpo-, es quien desea, teme, siente y piensa.