Abordajes metodológicos para el estudio de bromalitos en el Valle del Bolsón, Catamarca, Argentina. Implicancias tafonómicas, paleobiológicas y culturales.

AGLIANO, FLORENCIA; ARIAS, MARIA FLORENCIA; COLL, DIANA; MOREANO, CAROLINA; NEVEU COLLADO, CAMILA; MONDINI, MARIANA

Otro; IV Reunión Académica del NZWG-ICAZ; 2021

Neotropical Zooarchaeology Working Group. International Council for Archaeozoology (NZWG-ICAZ)

En este trabajo presentamos el proyecto del Laboratorio de Zooarqueología y Tafonomía de Zonas Áridas sobre el estudio de bromalitos, que incluyen paleoheces de mamíferos herbívoros y carnívoros y egarópilas de aves, en el valle de El Bolsón (Provincia de Catamarca), un valle de altura en el Noroeste Argentino. Se presentan el abordaje metodológico multiproxy que estamos implementando y los recientes avances. El valle de El Bolsón presenta indicios de poblaciones humanas desde el Holoceno Temprano, aunque con una señal más fuerte en el Holoceno Tardío. Para este último período se cuenta con registros arqueológicos y archivos paleoambientales más abundantes y conservados. En los contextos arqueológicos estratificados, especialmente en el alero Los Viscos, la conservación de restos orgánicos es buena. Entre los restos y trazas recuperados se encuentran distintas clases de bromalitos. Nuestro proyecto los aborda a partir de múltiples líneas de evidencia, que incluyen el estudio de los contenidos óseos en el caso de paleoheces de carnívoros y egagrópilas, en los que evaluamos la posibilidad de intrusiones de huesos de este origen en el registro arqueológico, la diversidad taxonómica de microvertebrados como indicador ambiental y la información que brindan estos indicadores y los patrones de digestión sobre los actores involucrados, entre otras cosas. Asimismo, comenzamos a analizar el polen y otros contenidos vegetales en paleoheces de carnívoros y herbívoros para evaluar los ítems de dieta de estos mamíferos y su rango de acción, además de la información paleoambiental que brindan. Próximamente analizaremos también las relaciones isotópicas de carbono y nitrógeno en estos bromalitos, ampliando el registro isotópico que hasta ahora se basa únicamente en macrorestos óseos, para evaluar la información paleoambiental que aportan. Todas estas líneas de evidencia se complementan con otras que realizamos en colaboración con especialistas, tales como los parásitos, microfósiles y ADN antiguo. Un ejemplo de los resultados obtenidos recientemente es la identificación de Capra hircus a partir de sus heces en un contexto de 400 AP, uno de los registros más tempranos de fauna europea en la región. Estas líneas de análisis, en conjunto, nos permiten comprender la historia tafonómica de estos depósitos y la formación del registro arqueológico. Asimismo, aportan información paleoambiental que nos ayuda a comprender bajo qué condiciones vivían las sociedades humanas que habitaron el valle en los últimos tres milenios. Finalmente, nos permiten realizar inferencias sobre prácticas culturales, tales como el manejo de rebaños de camélidos a partir de las inferencias dietarias y de rangos de acción. A futuro, buscamos refinar los protocolos de análisis de los bromalitos para maximizar la información generada a la vez que minimizamos los muestreos destructivos, así como completar los resultados de los diferentes proxies y correlacionarlos con líneas independientes de evidencia para robustecer las inferencias generadas.