REVISIÓN TAXONÓMICA Y ESTRATIGRÁFICA DE LOS CRUSTÁCEOS DECÁPODOS DEL MESOZOICO DE ARGENTINAREVISIÓN TAXONÓMICA Y ESTRATIGRÁFICA DE LOS CRUSTÁCEOS DECÁPODOS DEL MESOZOICO DE ARGENTINA

ANDRADA, ALEJANDRA MARIEL

Congreso; XII Congreso de la Asociación Paleontológica Argentina; 2021

Asociación Paleontológica Argentina

El estudio de los crustáceos decápodos mesozoicos de Argentina se ha retomado recientemente con la publicación de nuevos axiideos. En esta comunicación se reúne el conocimiento de los decápodos registrados en el Jurásico?Cretácico de Argentina. Las ocurrencias abarcan desde el Pliensbachiano temprano hasta el Maastrichtiano, involucrando 31 taxones incluidos en 11 familias y cinco infraórdenes, en las cuencas de Chubut, La Ramada, Neuquina, Austral y Cañadón Asfalto. Durante el Jurásico se registraron las familias Glypheidae, Mecochiridae y Erymidae, un astacídeo indeterminado, y varios especímenes de Pehuenchia, asignados originalmente a Palinuridae, aunque este género podría transferirse a Callianassoidea. El Cretácico Temprano corresponde al momento de mayor diversidad a nivel de familias, géneros y especies. Además de las familias presentes previamente, se registraron cuatro taxones de Nephropidae y seis de Axiidea, incluyendo Callianassidae, Axiidae y Eucalliacidae. Finalmente, para el Cretácico Tardío, siguen estando presentes las familias Nephropidae y Eucalliacidae, mientras que se registran por primera vez las familias Ctenochelidae, Astacidae y los braquiuros Palaeoxanthopsidae, ésta última presentando dos géneros endémicos. La mayoría de los géneros registrados para el Mesozoico de Argentina presentan sus primeras apariciones en el hemisferio norte (principalmente Europa) y luego se dispersan hacia el sur. Este esquema podría estar sesgado debido a la mayor cantidad de estudios detallados en dicha región. La actualización de la taxonomía en base a revisiones recientes, así como el análisis de material indeterminado en colecciones y la prospección de nuevas localidades portadoras de decápodos son necesarios para evaluar nuevamente las rutas de dispersión.