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En muchas ocasiones, el campo de la comunicación, cuando aborda problemáticasespecificas, asume particularidades de las mismas y se concreta en el escenario políticocomo ?comunicación para la salud?, ?comunicación ambiental?, ?comunicacióncomunitaria?, entre otros escenarios posibles. La mayoría de estos espacios suelen abrirseen función del trabajo específico organizado a partir de proyectos que surgen de lasorganizaciones públicas.El interés de esta ponencia surge de una de estas particularidades pero asume, más que esto,la necesidad de instaurar un dialogo permanente entre la comunicación y la política a lahora de diseñar, planificar, gestionar y ejecutar planes de comunicación en lasorganizaciones públicas.En el presente trabajo debatiremos los desafíos, las fortalezas y también las debilidades yalgunos abordajes posibles de la comunicación en el marco de una política públicaambiental y nacional: la Gestión Integral de los Residuos Sólidos Urbanos (GIRSU). Paraesto, tomaremos un caso específico de trabajo: el proyecto de esta política ejecutadaconcretamente en un municipio del sur de la provincia de Córdoba. Se trata entonces de narrar la experiencia del trabajo desarrollado y que aún está siendoimplementado en la Municipalidad de Las Higueras, en cuyo ejido funciona el campus de laUniversidad Nacional de Rio Cuarto, institución que también forma parte del proyectoambiental.Consideramos que es en estos procesos, donde la comunicación posibilita lasensibilización, la educación y la concientización para la transformación. Entendemos a lacomunicación social como un proceso que abarca prácticas y actividades que sedesarrollan, por un lado en los medios masivos de comunicación, y por otro en instanciasde implicancia interpersonal, desarrollando lazos de cooperación y participación, decompromiso y acción conjunta.En este sentido, y pensando en un proyecto de educación ambiental, la comunicación cobraun rol fundamental en el desafío de establecer vínculos: entre el Estado y lasorganizaciones, el Estado y la ciudadanía, y entre las organizaciones sociales y losciudadanos en general.Algo importante al pensar la comunicación como herramienta política para el tratamientode los Residuos Sólidos Urbanos es que el tema tiene una doble e inseparable dimensióneconómico-productiva y social-ambiental. Sumado esto a la implementación de una políticapública que aborde la problemática, es imperante pensar todas las acciones desde unaperspectiva que involucre, que movilice, que genere cambios culturales y, por sobre todaslas cosas: participación social

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