BECAS
QUESADA AgustÍn
congresos y reuniones científicas
Título:
Estrategias de defensa costera y uso de las márgenes en los ríos Carapachay, Cruz Colorada y Espera del Delta del Paraná, Partido de Tigre.
Autor/es:
AGUSTÍN QUESADA Y SILVIA MARCOMINI
Lugar:
Ciudad de Córdoba
Reunión:
Congreso; Congreso Geologico Argentino 2014, ciudad de córdoba; 2014
Institución organizadora:
Asociación Geológica Argentina
Resumen:
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Las
áreas inundables se han convertido en objeto de transformaciones
técnicas en distintos momentos históricos. Ello ocurre con mayor
contundencia a partir de la segunda mitad del siglo XIX. El
desarrollo de diversas técnicas posibilitó la incorporación de
distintos tipos de áreas inundables al espacio urbano (Silvestri,
2003). El Delta del Paraná integra una de estas áreas inundables
que ha sido modificada. Tiene la particularidad de tener una alta
tasa de depositación de sedimentos finos que tienden a colmatar los
cursos de agua menores y producir embancamientos en las
desembocaduras y en los bordes acrecionales de los cursos principales
y sin embargo la erosión en las costas es generalizada y un problema
ambiental serio. La circulación de embarcaciones es, sin lugar a
dudas, la principal causa de erosión en las márgenes de los cursos
del delta del Paraná. Para minimizar este efecto es necesario
regular la velocidad de las embarcaciones y la potencia de los
motores que circulan en los canales distributarios (Marcomini y
Lopez, 2009). Típicamente las olas de embarcaciones tienen entre 0-2
y 1 metro de altura. La presente contribución tiene como objetivo
caracterizar y clasificar las estrategias de manejo aplicadas hasta
el momento en los márgenes de los canales distributarios
correspondientes a la planicie deltaica inferior del delta del
Paraná, y evaluar las fallas estructurales, la durabilidad de las
obras y los impactos ambientales que pudieran producir en los
sectores aledaños.
En
octubre de 2013 se realizó un recorrido por ríos de la primera
sección de islas del Delta del Paraná navegando la siguiente
derrota: Luján, Carapachay, Paraná de las Palmas, Cruz Colorada,
Espera y Angostura (Figura 1). Se reconocieron cinco estrategias
básicas de manejo. Ellas son: a) acorazamientos, dada por muros
verticales tipo tablestacados, enrocados y defensas más precarias
como vallados con postes y chapas de zinc o enramados; b) moderación
o restauración, entre las que se encontraron los enrocados tipo
espigones perpendiculares al margen o diques para disipar la energía
del oleaje, la generación en las márgenes de playas arenosas
artificiales; d) estrategias mixtas dadas por la combinación de
defensas y estrategias y; e) abstención, dada por los márgenes con
arbolados de casuarinas sin mantenimiento y las costas naturales de
baja pendiente o de fuerte pendiente en margenes exteriores de curvas
de meandro.
Dentro
de la técnica de acorazamiento se han reconocido los muros y
enrocados cuya función es estabilizar la línea de costa conteniendo
los taludes laterales. Los muros verticales se realizan hincando
piezas de madera, hormigón, chapas metálicas o postes. Los
tablestacados de chapa o concreto son comunes en el río Luján
mientras que los de madera son más comunes en los ríos de menor
caudal como el Carapachay y el Espera. Los muros verticales reflejan
completamente la energía de la ola, excepto en el caso de las
tablestacadas metálicas acanaladas que la disipan ligeramente. Si
hay muros verticales en ambos márgenes de los ríos entonces las
ondas se reflejan e interfieren generando un ?Clima de olas?. Los
tablestacados se degradan de varias formas. Los tablestacados de
madera a partir de los 10 años de antigüedad pueden comenzar a
presentar fisuras por degradación de las tablas. Una vez que
comienza a entrar agua se da un efecto sifón que va lavando el
terreno y las cárcavas se ampliarán progresivamente. Otras formas
son el socavamiento basal por la aceleración del flujo y la erosión
que se producen al pie en estas estructuras duras y también en el
caso de tablestacados bajos se suele perder material en la parte
superior por el embate de olas cuando los niveles de agua son muy
altos.
Los
enrocados con bloques de concreto tiene una amplía y creciente
distribución por la disponibilidad de restos de demolición
proveniente de los grandes centros urbanos adyacentes. Son
autoportantes, de efecto semejante al rip-rap. En el Delta del Paraná
son colocados desde embarcaciones conocidas como ?Chatas? (por la
forma de la embarcación) que cuentan con un brazo hidráulico. Se
han reconocido distintas disposiciones y formas de enrocados:
Algunos
enrocados tienen forma caótica formados por bloques tabulares
medianos, gruesos y muy gruesos volcados directamente sobre el
margen; mientras que otros apoyan en el fondo del canal y tienen un
perfil transversal piramidal y están dispuestos paralelos a la
costa. En general estas estructuras presentan un frente inclinado y
rugosos que disipa en gran medida el oleaje. Sin embargo esta
estrategia tiene un elevado impacto. Por un lado, los sedimento limo
arcillosos saturados no tienen capacidad soporte y los bloques se
hunden. Por otro lado las corrientes, inundaciones y el oleaje
erosionan los sedimentos finos. Las olas de embarcaciones también
pueden movilizar bloques medianos y finos. Por estas causas las rocas
pierden sostén y tienden a movilizarse hacia el eje de los cursos de
agua. Requieren mantenimiento ya que parte del suelo que retienen se
lava lentamente y entonces debe rellenarse con material de refulado
la parte posterior al enrocada cada cierto tiempo según la
exposición al oleaje de la costa
Otra
medida de acorazamiento implementada con menores recursos son las
vallas con postes hincados asociado recubiertas con chapas de zinc,
la colocación de bolsas y la colocación de ramas, vegetación y/o
desechos sobre cárcavas para intentar disipar el oleaje.
Entre
las medidas de moderación o restauración se encontró un uso de la
costa comúnmente asociado al turismo y a la noción moderna del
confort es la creación de playas artificiales de arena sobre
márgenes protegidas de los canales deltaicos. Estas playas para
mantener su valor estético deben ser recargadas con arena cada uno,
dos o tres años según la cantidad crecidas extraordinarias. Para
efectuar la repoblación de las playas es conveniente que el nivel
de agua esté muy alto para que las bombas que arrojan la arena
mezclada con agua se decante sobre la zona a rellenar. El oleaje
producido por embarcaciones genera un perfil de playa con berma y
luego en las crecidas la arena se pierde y moviliza aguas abajo.
Los
espigones perpendiculares a la costa y diques longitudinales que
actúan como atenuadores de la energía del oleaje y las corrientes
tambien se icluyen en las estrategias de moderación y restauración.
Muchas
veces se emplean manejo de una combinación de estrategias para el
manejo de los márgenes de los canales. Los casos más comunes son:
recarga artificial, con tablestacados o enrocados en la parte
posterior, o espigones que protegen los extremos de las playas
recargadas. Otra estrategia mixta habitual es la contención del
margen con un tablestacado bajo y luego se dispone un talud arbolado.
También se suelen proteger con enrocados arbolados o tablestacados
ya degradados.
Se
han diferenciado también márgenes donde la estabilización costera
es favorecida por la presencia de plantas vasculares como el junco, o
el camalote en sectores asociados al margen acrecivo de los canales
distributarios, alcanzando equilibrio con la dinámica hidráulica.
Las costas arboladas con las especies localmente conocidas como
casuarinas o cipreses de los pantanos actúan, muchas veces, como
acorazamiento, estabilizando los márgenes, ante el embate de olas.
Las medidas de manejo reconocidas para la urbanización y uso de los
márgenes de los canales distributarios del delta inferior del Paraná
carecen hasta el momento de una visión integrada de su impacto en el
ambiente. El intenso incremento de la urbanización y del costo de la
propiedad en estas zonas hace indispensable analizar el manejo de las
prácticas que hasta el momento se han implementado para diagramar un
crecimiento sostenido del los recursos. La clasificación y
relevamiento de las estrategias implementadas hasta el momento es una
primera aproximación para estudiar nuevas alternativas para la
estabilización de las márgenes y el manejo costero integrado.