BECAS
QUESADA AgustÍn
congresos y reuniones científicas
Título:
EVOLUCIÓN DE UNA DUNA PARABÓLICA Y SUS IMPLICANCIAS AMBIENTALES EN LA ZONA DEL BALNEARIO ORENSE, BARRERA AUSTRAL DE LA PROVINCIA DE BUENOS AIRES
Autor/es:
AGUSTÍN QUESADA
Lugar:
Bahía Blanca
Reunión:
Jornada; Jornadas Nacionales de Ciencias del Mar; 2009
Resumen:
En el campo de
dunas de la zona de estudio se observan una serie de dunas parabólicas de 150 metros de ancho y de
largo variable entre 300 y 600
m. El perfil transversal de estas dunas muestra caras
con pendientes altas (20º de inclinación) a ambos lados. Por otro lado los
brazos se extienden en dirección noroeste, están parcialmente vegetados y
pueden tener una altura de 1 a
4 m. Las
dunas parabólicas son depósitos arenosos que se presentan con distintos grados
de actividad y cobertura vegetal y con procesos actuales de deflación que
trasforman estas dunas parabólicas en dunas complejas.
Como parte de
una trabajo integral se relevó topográficamente una duna parabólica (38º48'03,1"S; 59º46'24,4"O) y se realizó un seguimiento gráfico
de la evolución geomorfológica entre la fotografía aérea de 1984 y la imagen
satelital del 2006. Se superpusieron los contornos de estas imágenes observándose
que la duna presenta un avance despreciable en su parte frontal (sotavento)
pero sin embargo muestra una disminución de 90 metros en el ancho del
cuerpo principal por la degradación de la cara de barlovento, determinando una
tasa de degradación de 2,8 m/año.
El cuerpo principal de la duna
muestra entre 1984 y 2006 una ligera rotación al sudeste, evidenciando un
cambio en la dirección de transporte neto que debe explicarse por una tendencia
en las últimas décadas al aumento en la frecuencia de vientos del norte y
noroeste.
En 1984 esta duna parabólica se
muestra simple con un cuerpo principal activo y en la actualidad pasa a ser
compleja por superposición de otras morfologías de dunas (dunas en voladura y
parabólicas de menor escala) lo que además indica subsaturación en el flujo
eólico
Contemplando la importancia de la
vegetación como elemento estabilizador del paisaje de dunas y su necesidad de
agua se infiere, basado en modelos preexistentes, que para la generación de
huellas de migración fueron necesarios ciclos húmedos que favorezcan el
desarrollo vegetal. El histograma de precipitaciones válido para la zona de
estudio indica que hubo dos máximos de precipitaciones extraordinarios durante
los años 1992 y 2001. De esta manera las dos huellas de migración que se
evidencian entre el ´84 y ´06 se habrían generado alrededor de cada uno de
estos años, marcando entonces tres etapas discretas de avance y degradación de
la duna, a saber: ´84-´92; ´92-2001 y 2001-2006.
Son cuatro los factores que hacen al desarrollo de una duna parabólica;
El régimen de vientos, las condiciones climáticas, el rol de la vegetación y el
aporte de arena (Mckenna, 2007). Landsberg (1956) propuso un modelo evolutivo
de estabilización de dunas parabólicas que se basa en observaciones de campo en
costas de Gran Bretaña y Dinamarca. Si bien este modelo es aplicable a muchos
sitios del mundo, las condiciones ambientales como vientos multidireccionales,
clima húmedo y de veranos especialmente cálidos, cobertura vegetal de gramíneas
y aporte de arena limitado, son coincidentes entre Balneario Orense y el lugar
original de estudio del modelo referente (Fig. 34).
Este modelo propone cuatro estadios (1, 2, 3, 4 de la Fig. 34) en la evolución de
una duna parabólica. El concepto fundamental de este modelo es que una duna
parabólica se inicia de forma similar a la de una duna en voladura con su
correspondiente hoyo de deflación (estadio 1 en la Fig. 34). En un segundo
estadio, plantas pioneras colonizan el frente y los extremos de la duna en
voladura, dando origen a los aquí denominados cordones remolcados (trailing ridges en Hesp y
Thom, 1990). En la tercera etapa de la evolución (Fig. 34,
3) migra nuevamente el cuerpo principal de la duna generando una cara de avance
más cerrada por la retención de arena. Se generan así, marcas del avance en
forma de bajos y crestas perpendiculares a la dirección de desplazamiento,
denominados originalmente como Gagenwale ridge (Paul, 1944,
en Hesp y Thom, 1990), luego traducidos y
señalados en el área de estudio como huellas
de migración por (Cortizo e Isla 2007). La duna sigue migrando (4, en Fig. 34) y se degradan todas las formas
perpendiculares al viento, quedando únicamente las marcas de los cordones
remolcados.
y se analizaron
fotografías aéreas e imágenes satelitales, obteniendo la evolución de la misma
en los últimos 30 años.