Análisis de las tendencias temporales de indicadores de salud mental en mujeres puérperas y sus condicionantes durante la pandemia de COVID-19 en Argentina: Resultados de un estudio transversal múltiple.

SCOTTA, ANA VERONICA; CORTEZ, MARIELA VALENTINA; BARRAL, PAULA EUGENIA; SORIA, ELIO ANDRÉS; MIRANDA, AGUSTÍN RAMIRO

Córdoba

Congreso; Primer Congreso de Salud Pública Municipal; 2022

ntroducción: Desde su inicio, la pandemia de COVID-19 ha impactado en la vida de las personas en todo el mundo. Las medidas gubernamentales para mitigar la transmisión, el miedo a infectarse, la pérdida de seres queridos y el impacto económico, entre otros, han sido factores de riesgo psicosocial. Esta situación crítica ha aumentado la prevalencia de trastornos mentales como la depresión, la ansiedad y el insomnio, especialmente en los grupos de mayor vulnerabilidad. En este sentido, las mujeres durante el periparto son especialmente susceptibles a los efectos negativos de los estresores pandémicos. Así, la literatura científica evidencia un aumento de la prevalencia de la depresión postparto durante la pandemia, estando asociada a factores como la medicalización de la atención obstétrica, el miedo a contraer infecciones, la sobrecarga de los cuidados, el impacto económico y el aislamiento social.Objetivo: Este trabajo tuvo como objetivo analizar las tendencias temporales de indicadores de salud mental en mujeres puérperas y sus condicionantes durante la pandemia de COVID-19 en Argentina.Metodología: Utilizando un diseño de estudio transversal múltiple, 1.000 mujeres mayores de edad de diferentes regiones de Argentina y que se encontraban transitando hasta los 12 meses de postparto, respondieron voluntariamente a una encuesta virtual de acceso abierto de manera anónima. Los datos se recogieron durante las tres primeras olas de infecciones de COVID-19 en los periodos de mayo-julio/2020 (n=319), abril-junio/2021 (n=340), y diciembre/2021-marzo/2022 (n=341). Mediante el uso de instrumentos válidos y fiables se evaluaron los síntomas de depresión postparto (Escala de Detección de Depresión Postparto), insomnio (Índice de Severidad de Insomnio) y estrés percibido relacionado con la pandemia (Escala de Estrés Percibido-Pandemia). Se registraron datos sociodemográficos, de salud reproductiva e información relacionada con la pandemia. El análisis estadístico se realizó en Stata 15 e incluyó: regresión logística múltiple para identificar los condicionantes (cálculo de odds ratios), análisis de la varianza para evaluar la tendencia temporal y modelos de ecuaciones estructurales para probar la interacción entre la depresión, insomnio y estrés percibido a lo largo de la pandemia. Este estudio contó con la correspondiente aprobación ética.Resultados: Las prevalencias de depresión postparto e insomnio aumentaron del 37% al 60% y del 46% al 62%, respectivamente. Sin embargo, el estrés relacionado con la pandemia disminuyó. Los síntomas más prevalentes de depresión postparto fueron la dificultad para dormir, ansiedad e inseguridad, confusión mental y labilidad emocional, que también aumentaron a medida que avanzaba la pandemia. El principal tipo de insomnio fue el de mantenimiento, y las quejas más frecuentes se relacionaron con la interferencia diurna, insatisfacción y angustia vinculadas con el insomnio. Además, se encontró como factores de riesgo el desempleo, la ausencia de apoyo médico, el tamaño familiar reducido, el trabajo a distancia, la edad materna avanzada, el postparto tardío, la multiparidad y habitar en las provincias de la región periférica de Argentina. Los modelos de ecuaciones estructurales confirmaron un proceso de adaptación al estrés pandémico, no obstante, se observó un incremento sostenido de la depresión postparto asociado a un aumento del insomnio.Conclusiones: La salud mental de las mujeres puérperas empeoró a medida que avanzaba la pandemia de COVID-19. Aunque con el tiempo las mujeres se han vuelto más capaces de afrontar la situación y perciben menos estrés relacionado con la pandemia, su impacto social y económico aún persiste y las expone a un mayor riesgo psicológico. Por ello, los sistemas sanitarios deben garantizar el bienestar de las mujeres para hacer frente a las consecuencias actuales y futuras de este escenario epidemiológico.