LA PRÁCTICA PROFESIONAL EN FARMACIAS COMUNITARIAS: UN ENFOQUE BASADO EN SERVICIOS

REAL, JUAN PABLO; PALMA, SANTIAGO DANIEL

EDITORIAL UNC

Lugar: CÓRDOBA; Año: 2023 p. 540

978-987-707-265-5

Las farmacias comunitarias son, por definición, empresas centradas en la prestación de servicios. Sus servicios básicos, como la dispensación o la indicación farmacéutica, son considerados esenciales para la población, a tal punto que los mismos deben ser regulados por el estado para asegurar su prestación continuada en el tiempo, el mantenimiento de estándares mínimos de calidad y que dichos servicios sean prestados en condiciones de igualdad (o equidad).Si bien estos actos son esenciales, las farmacias comunitarias presentan características para convertirse en centros de sanitarios que brinden servicios que añadan más valor a los pacientes. En este punto es necesario dejar claramente establecido que la sociedad, en temas de alto impacto sanitario como son los medicamentos, no necesariamente debe percibir la importancia de los servicios que se brindan. El servicio de dispensación es un ejemplo claro de esto. Un paciente/cliente no necesariamente percibe que la dispensación es un acto de altísima importancia que no puede ser comparado con una "venta" de un producto convencional, sin embargo, es obligación del farmacéutico en forma individual o colectiva hacer tangible la importancia del servicio. A medida que actividades profesionales como la elaboración de medicamentos individualizados han ido perdiendo peso porcentual, la imagen de la farmacia se ha ido desgastando a tal punto que la misma Federación Internacional Farmacéutica (FIP por sus siglas en inglés) advirtió en el año 2006 que “no hay un futuro (para la profesión) en el mero acto de dispensación”. Esto es un mensaje claro para una profesión que se enfrenta a riesgos que otras no tienen y que, como tal, debe adaptarse y aplicar nuevos conceptos para volver a ocupar el lugar de importancia que alguna vez tuvo. La farmacia necesita cambiar el foco, centrado hoy en un producto (el medicamento), y reorientar la práctica profesional hacia la prestación de servicios que estén centrados en los pacientes. Al mismo tiempo, la farmacia debe poder analizar su modelo de negocio y comprender como sostener económicamente estos servicios para poder seguir añadiendo valor a la sociedad. Existe innumerable evidencia, surgida sobre todo a partir de los años 90, que demuestra que cuando el farmacéutico centra su práctica en el paciente, genera mejoras en la calidad de vida de los mismos y que, incluso, produce ahorros en costos en salud a futuro. Sin embargo, este tipo de proyectos, en general, no han superado las instancias de investigación o se aplican en forma práctica en muy pocos lugares, siendo financiados por la voluntad de excelentes profesionales que aman su profesión. Para obtener beneficios colectivos, los servicios deben crear, al mismo tiempo, valor para la sociedad y para el emprendimiento que lo lleva adelante. La sustentabilidad económica, la cual no está incluida en casi ningún programa de Farmacia de ninguna Universidad, resulta fundamental para que la farmacia pueda sostenerse en el tiempo y continúe prestando y mejorando sus servicios.Este libro busca reflexionar sobre la necesidad de implementar servicios para poder repensar la práctica farmacéutica en farmacias comunitarias. Durante los diferentes capítulos buscaremos que los propios farmacéuticos visualicen a sus farmacias como un centro sanitario de excelencia donde se ofrezcan servicios relacionados o no al medicamento. La implementación de servicios presupone una serie de actitudes y aptitudes especiales de las cuales el profesional farmacéutico adolece y que buscaremos mejorar con esta obra.