Nacidas en llamas. Espacios públicos, espacios soñados y comunidades imaginarias en Las hijas del fuego y Sol Alegria

ZGAIB, IVÁN

Congreso; ASAECA; 2020

Asociación Argentina de Estudios sobre Cine y Audiovisual (ASAECA)

Este trabajo propone recuperar dos películas que expresan maneras peculiares de vincularse con el presente histórico. Pero esas maneras no están aferradas a ningún verosímil realista, sino que se valen de la exacerbación del artificio como una operación de extrañamiento sobre el espacio y la relación entre los cuerpos.Tanto una película como otra podrían pensarse en términos de las representaciones que construyen sobre determinados hechos de la realidad social. En el caso de Las hijas del fuego, la concientización en torno al machismo depredador y las luchas de liberación por parte de los movimientos de género en Argentina  ?expresados en el colectivo Ni Una Menos y en los reclamos por la legalización del aborto, así como en las leyes del matrimonio igualitario y de identidad de género pujadas por las disidencias sexuales?. En la película de Teixeira, los reclamos de la izquierda y de los movimientos de género junto a la avanzada conservadora en Brasil ?captando algo del espíritu de época desatado con el golpe a Dilma Rousseff, pero también adelantándose a la llegada de Jair Bolsonaro al poder, como si el film invocara una suerte de ficción especulativa o profética?. Sin embargo, los procedimientos que ponen en juego estos films ejercen un distanciamiento con respecto al mundo real, al mismo tiempo que habilitan otros modos de percibir el espacio y las relaciones sociales del presente. Lo que propongo, en ese punto, es alejar mi reflexión de las categorías teóricas de representación y de la pregunta discursiva por la producción de sentido y las condiciones de producción. Los procedimientos poéticos de Carri y Teixeira exigen un enfoque diferente, sobre todo considerando que tienen raíz en la materialidad plástica de las películas: es decir, la pregunta será por una dimensión de lo sensible a través de la cual se abre el canal de acceso al mundo. Por eso mismo, entenderé el espacio que componen estas películas más allá de la representación verosímil del territorio (Depetris Chauvin, 2019); es decir, no desde el reflejo ni la recreación, sino desde un carácter afirmativo y performativo de la espacialidad, puesta en escena a través del cine. Siguiendo a Schindel y Colombo (2014), el espacio no debe concebirse como ?un soporte estático y fijo de los eventos históricos, ni una dimensión neutral y dada naturalmente sino un producto social y una fuerza productiva? (p. 4). En el caso de Las hijas del fuego y Sol Alegría, los modos de filmar los cuerpos y la espacialidad ?de la Patagonia, por un lado, y del interior brasileño, por el otro? resquebrajan la mímesis y la apariencia de inmediatez de la imagen en movimiento. Sus manifestaciones, sobre las cuales me extenderé a lo largo del escrito, incorporan una mirada en torno a los afectos y los cuerpos: es a partir de la difuminación entre espacios privados y públicos, y entre espacios reales e imaginarios y soñados, que las películas forjan un recorrido alternativo por el territorio. Desde ese lugar, los aportes de Flatley (2009) permiten pensar cómo estos films devienen dispositivos para mapear una afectividad cuya magnitud es social e histórica antes que individual. Ahí, también, se vislumbra el resquebrajamiento de la mirada que desatan estos films: un gesto que no los deja de rodillas, rindiendo culto y fidelidad a la realidad, sino que los revela,  utilizando el cine como catalizador para invocar un espacio-otro, diferente. Vinculado a nuestro propio mundo, pero ligeramente corrido de lugar.