BECAS
CRUZ MarÍa Jimena
congresos y reuniones científicas
Título:
Relaciones sociales y prácticas alimenticias entre en los grupos foqueros (Islas Shetland del Sur- siglo XIX)
Autor/es:
MARÍA JIMENA CRUZ
Lugar:
Goiânia
Reunión:
Congreso; VI Reunión de Teoria Arqueológica de América del Sur; 2012
Institución organizadora:
Pontificia Universidade Católica de Goiás
Resumen:
En este trabajo nos proponemos analizar el uso de las prácticas alimenticias como una línea de investigación para examinar las relaciones sociales que se establecieron entre los individuos. Tomamos como caso de estudio los viajes foqueros que durante el siglo XIX se dirigían a la Antártida para obtener pieles y aceite de pinnípedos. Cabe aclarar que esta investigación se plantea en el marco de un proyecto mayor, el de Arqueología Histórica Antártica, dirigido por los doctores A. Zarankin y M. X. Senatore. Dicho proyecto estudia las primeras ocupaciones foqueras de finales del siglo XVIII y comienzos del XIX en las islas Shetland del Sur (Antártida) con el fin de abordar el proceso de incorporación de un continente inexplorado e inhabitado como el antártico a la lógica de explotación capitalista.Planteamos que es a partir de las prácticas cotidianas que los individuos negocian su lugar dentro de un grupo determinado o de una sociedad y nos centramos más específicamente en aquéllas que se conectan con la alimentación porque ponen en juego cuestiones como la identidad, la clase, entre otras. Para analizar dichas prácticas en el caso de estudio mencionado y considerando que la existencia de estos hombres se debatían constantemente entre mar y tierra, tomamos dos contextos diferentes: la vida a bordo de los barcos y la vida en los campamentos en tierra. Así, buscamos discutir como la posición social de las personas en el mundo está bajo constante construcción en relación con los otros en la práctica diaria y que los cambios en los patrones de dichas prácticas influyen en la forma en que se construyen las relaciones entre los individuos (Dellino 2006). Poder comparar las diferencias de la organización de las prácticas cotidianas tanto en tierra como en mar también nos permitió aproximarnos a los viajes foqueros como una actividad compleja y generadora de distintos tipos de relaciones y demostrar cómo la posición social que ocupó cada individuo o grupo no fue ni fija ni intrínseca a la persona, sino que fue negociada constantemente y que por lo tanto fue relacional.