Poder Global y Resistencia: reflexiones en torno a Foucault, Deleuze y Wallerstein

BERISTAIN, MARTÍN; PERCOCO, JUAN IGNACIO; TARDUCCI, FRANCO ALEJANDRO

Cordoba

Congreso; X Congreso Nacional de Ciencia Política; 2011

Sociedad Argentina de Análisis Político y Universidad Católica de Córdoba

Como diría Michel Foucault "mi trabajo es repetitivo, fragmentario y disperso, porque así son las luchas que tienen éxito, repetitivas, fragmentarias y dispersas". Será la meta de este trabajo realizar un sucinto recorrido teórico por algunos pensadores del mundo contemporáneo en búsqueda de, no nos atreveríamos a decir las claves, pero sí de algunas pautas para tratar de comprender las diversas formas que puede tomar la resistencia al poder global en la actualidad.En primer lugar, si Foucault retrató a las denominadas "sociedades disciplinarias" dejándonos la imagen de un poder omnipresente e incontestable, también es cierto que las luchas de resistencia a ese poder ocupan un lugar central en su obra. A su vez, su trabajo sobre el concepto de biopolítica desnuda la novedad inédita que supone, que en la modernidad, con la consolidación de los Estados Nacionales y el Capitalismo, el poder haya hecho foco sobre la vida biológica de las poblaciones. En la actualidad, estos planteos no sólo conservan suma vigencia, sino que son articulados de forma fructífera por autores, como los denominaría Keohane en aquella histórica conferencia de 1985 de la ISA, ?reflectivistas?. Dentro de ese concepto catch-all, nosotros nos concentraremos en la vertiente posestructuralista de las Relaciones Internacionales. Por su parte, Gilles Deleuze profundiza el estudio del capitalismo global. Nacido de la gran efusión revolucionaria de Mayo del '68, Capitalismo y Esquizofrenia, es un proyecto que no sólo intenta captar la naturaleza última de los grandes flujos de capital, sino aprehender la forma en que el sistema económico imperante se filtra en el nivel más micro, el de la formación de los deseos del sujeto. Permaneciendo fiel a cierto Marx, reconoce al capitalismo como la fuerza más revolucionaria que ha conocido el mundo, aquel que desanuda la vieja opresión sólo para forjar otras nuevas. El camino a seguir consistirá en la acción política molecular, orientada por una ética de corte nietzscheano, abierta a lo inesperado, lo intempestivo y en fin, a múltiples devenires, en este momento en el cual las ?sociedades de control? de la posguerra fría parecen desalentar y cerrar toda iniciativa realmente creativa y libre por parte del individuo.Finalmente, el teórico norteamericano Immanuel Wallerstein, sostiene que entre las décadas de 1950 y 1960, surgió una crítica central a la estructura existente. Este levantamiento intelectual fue seguido por el choque cultural de 1968. Estos hechos juntaron las piezas dispersas. La revolución mundial de 1968 se ocupó de una serie de asuntos políticos centrales, entre ellos, la ineficiencia de los movimientos tradicionales de la Vieja Izquierda en su oposición al statu quo y cuestiones subyacentes a la estructura del saber. Es en este punto cuando la gente comienza a hablar explícitamente de los sistemas mundo como una perspectiva de análisis en detrimento de los Estados Nación. Este pensamiento se profundiza con la insistencia en la longue durée (Braudel) y la utilización de un enfoque unidisciplinario. Esta trilogía de críticas representa un ataque a muchas "vacas sagradas".