Investigaciones arqueológicas en el sitio Cerro de las Pajas Blancas 1 (Delta Superior del Río Paraná, Santa Fé)

R. TORINO; R. BIDEGAIN; M. LOPERFIDO; D. BROITMAN

La Plata

Congreso; Octavas Jornadas de Jóvenes Investigadores y Extensionistas; 2019

Se presentan los primeros resultados del análisis de las evidencias arqueológicas recuperadas en el sitio Cerro de las Pajas Blancas 1 (CDLPB1; 32º 6´ 36,8¨ S y 60º 44´ 33¨ O), el cual se ubica en la isla La Vencida del curso inferior del río Paraná (departamento de San Jerónimo, provincia de Santa Fe). CDLPB1 ha sido objeto de estudio de diversos investigadores (Badano 1940; Serrano 1950, 1955; Caggiano 1983; Zapata Gollán 1989; Terzaghi y Escudero 2010; Sartori 2013, 2015; Sartori et al. 2013) ya que constituye uno de los sitios más relevantes para discutir la dinámica de los contactos intergrupales y los procesos sociohistóricos ocurridos en el pasado prehispánico. Luego de más de 35 años, en el 2006 se retomaron las investigaciones en el sitio y se efectuaron dos dataciones radiocarbónicas de 640 y 650 años 14C AP (Bonomo et al. 2010, 2011).En noviembre de 2018 y abril de 2019 se realizaron nuevos trabajos y se recuperaron fragmentos cerámicos, adornos personales -como orejeras y un tembetá-, restos óseos, malacológicos y contextos de inhumación. Los primeros resultados indican que el pisoteo del ganado vacuno, y las raíces de árboles y arbustos habrían sido los principales agentes que alteraron el depósito arqueológico. A partir de análisis geoarqueológicos se determinaron los procesos depositacionales y las intervenciones antrópicas que generaron la secuencia sedimentaria del sitio.En cuanto a la fauna, se observó la explotación de roedores (Caviidae, Myocastor coypus, Hydrochoerus hydrochaeris), cérvidos (Cervidae, Blastocerus dichotomus), peces (Siluriformes) y moluscos de agua dulce (Diplodon sp.). Los huesos de los animales capturados fueron además utilizados como materia prima para la confección de puntas semi-acanaladas y adornos personales.Los estudios arqueobotánicos dan cuenta de la presencia de Zea mays y de vegetales silvestres (familias Arecaceae, Poaceae, Bambusoideae, Podostemaceae y Danthonioideae). Por último, se recuperaron más de 2500 fragmentos cerámicos y una vasija globular casi completa. Se observó que la manufactura de las paredes de los contenedores se realizó mediante rodetes, mientras que las bases y los apéndices zoomorfos fueron modelados.La cerámica presenta superficies lisas, incisas, corrugadas o pintadas y la cocción fue sobre todo en atmósfera reductora. Finalmente, el análisis integrado de múltiples líneas de evidencia permite caracterizar a CDLPB1 como un espacio doméstico ocupado con fines residenciales y que además fue utilizado como lugar de inhumación.