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Hacia el último cuarto del siglo XX las transformaciones tecnológicas comenzaron a cobrar relevancia y se posicionaron en el centro de la escena a nivel global. Surge un nuevo paradigma tecno-económico, en el cual las TIC no sólo constituyen herramientas al servicio de la actividad productiva, sino que se convierten en productos y procesos que tienen consecuencias sobrelos modos en los que fabrica, consume y se organiza la sociedad.En este contexto, el software y los servicios informáticos (SSI) constituyen una de las actividades más dinámicas a nivel internacional y uno de los sectores que mayor crecimiento registró en los últimos años. Su surgimiento, consolidación y expansión se produce en el marco del avance del modelo de desarrollo informacional.Producto de este nuevo paradigma tecno-económico, en los países desarrollados se conforman numerosos clusters informáticos que cuentan con empresas dinámicas, innovadoras ycon gran capacidad para exportar su producción. Dichas empresas se encuentran fuertemente articuladas entre sí y con el sector científico-tecnológico, además de contar con un importanteapoyo estatal.En cuanto a los países en vías de desarrollo, muchos de ellos lograron incorporarse a la producción global de software como consecuencia de la ampliación de la demanda de soluciones informáticas y la creciente estandarización de procesos de desarrollo. Sumado a ello, se han gestado una serie de fenómenos que han permitido que países que contaban con ciertos recursos en el sector pudieran explotar ciertas ventajas competitivas. Las estrategias de offshoring y outsourcing desplegadas por empresas multinacionales, el surgimiento de unicornios en mercados claves, conjuntamente con la proliferación de pequeñas y medianas empresas que se especializan en la provisión de software a medida, constituyen un abanico de oportunidades que explotadas adecuadamente posibilitan la expansión significativa de la actividad.Hoy en día Argentina se encuentra en el puesto N° 30 entre aquellos exportadores de software y servicios informáticos, con una participación del 0,4% del total, lo que la ubica como el país latinoamericano con mejor desempeño en este rubro. La especialización del país en el segmento SSI pasa por la producción de software a medida, conjuntamente con aplicaciones móviles y videojuegos. Este segmento de la actividad económica está conformado por empresas que se encuentran radicadas mayormente en grandes ciudades del país como Buenos Aires y Córdoba, por las posibilidades de explotar mejor economías de aglomeración, escala y alcance, la existencia de un mercado de trabajo ampliado y la presencia de un entorno científico-tecnológico extenso. Sin embargo, en las últimas décadas se está produciendo el nacimiento y la radicación de empresas de esta naturaleza en ciudades de menor tamaño relativo, generalmente medias o pequeñas.Para este tipo de ciudades de tamaño medio, tradicionalmente especializadas en la producción de bienes con un menor contenido tecnológico, el crecimiento y expansión de este sector constituye una interesante vía de diversificación económico-productiva y de generación de empleo altamente calificado. Además, significa un camino hacia una mayor integración a los circuitosde acumulación global, en el contexto de un capitalismo crecientemente informacional.Por su parte, desde la óptica de la política pública, promover tanto la radicación como el nacimiento y consolidación de empresas intensivas en conocimiento en estos núcleos urbanos, podría ser un factor de importancia en términos de la generación de un crecimiento económico más armónico y equilibrado en todo el territorio nacional. Simultáneamente, constituye una vía para motivar un mayor crecimiento de las capacidades tecnológicas en los entramados socio-productivos locales.

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