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Este trabajo se propone reflexionar sobre la vinculación entre vulnerabilidad/pobreza y cadenas de valor desde una perspectiva territorial y situada en el contexto socio-económico de la provincia de Jujuy. Partimos de comprender la concatenación de las categorías: vulnerabilidad/pobreza/desigualdad, pues éstas no pueden ser concebidas de forma disociada, aunque sí distinguidas. La bibliografía tradicional sobre el tema apunta que las cadenas de valor pueden ser entendidas como la secuencia de actividades que las firmas y los trabajadores realizan para producir un bien o un servicio, desde el diseño de un producto hasta su venta al consumidor final. El concepto relaciona dos elementos centrales: productos y trabajo, es decir, parte de una visión clásica, en la cual es el trabajo lo que genera valor en un producto. Al enfocar las cadenas de valor desde una perspectiva territorial y situada buscamos poner en relieve aquellas cuyo eslabón originario se encuentra en la provincia, asumiendo que su transformación encadenada podría implicar ese proceso de agregado de valor local. Este enfoque permite considerar que hay productos insertos en demandas de tipo cultural o sectorial y que pueden relacionarse con escalas de comercialización y transformación de distinta amplitud.Nuestra hipótesis es que la provincia de Jujuy no cuenta con la(s) condición(es) suficiente(s) ?ni políticas ni materiales- para generar un mercado de trabajo robusto, una demanda interna (provincial) sostenida ni el desarrollo completo de las cadenas de valor locales en general. Así, las cadenas de valor se constituyen como proyectos vulnerables en el escenario provincial dado que no hay un suficiente grado de desarrollo económico y social capaz de revertir los históricos problemas estructurales.Empíricamente, al rastrear casos concretos de cadenas de valor local, apelando como marco referencial a las categorías tradicionalmente utilizadas, hallamos ?ausencia de cadenas de valor? o bien presencia de cadenas de valor de muy escasa longitud. Resultan evidentes los casos de productores agroganaderos jujeños que no transforman la materia prima (o la transforman de manera acotada en tratamiento y cantidad), comercializan directamente sus productos y en pequeñas escalas, traccionadas por una demanda estacional y focalizada. Por su parte, las actividades con más dinamismo son aquellas ligadas al procesamiento de recursos naturales con destino a los mercados externos, altos niveles de concentración y control extranjero de la producción, que también se insertan en cadenas de valor con bajos o nulos eslabonamientos locales y favorecen la especialización dependiente en el esquema global, redefiniendo y profundizando las barreras territoriales que traban la diversificación productiva y el desarrollo (Gorenstein, Schorr y Soler, 2011). No se registran, de esta manera sin embargo, modificaciones significativas en las condiciones de atraso estructural y pobreza que rodea a amplios sectores de la población norteña asociadas a estas cadenas. Pretendemos reflexionar sobre las diversas conceptualizaciones vigentes en torno al valor, cadenas productivas, cadenas de valor, valor agregado y problematizar el entramado productivo local desde una mirada multidimensional con anclaje territorial. Consideramos de utilidad resignificar el concepto de cadena de valor, a partir de una conceptualización más acorde al territorio y que incluya una mirada crítica sobre las potencialidades estructurales que presenta la provincia, en función de su capacidad de inversión y de consumo y que refleje a los actores protagonistas del proceso de producción. Sustituir la categoría cadenas de valor por la de trama productiva, es una apuesta que a priori posibilita concebir el valor en la generación de mejoras en las condiciones de vida de las personas intervinientes, asignándoles un componente humanitario, humano y humanizante.

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