"Cuando ya me empiece a quedar solo?: El Sindicalismo Tucumano de la Pos ? Dictadura, el fenómeno Bussi y la Reconversión Periférica

FRANCISCO EMMANUEL MALPARTIDA MONTIVERO

Buenos Aires

Conferencia; 8° CONFERENCIA LATINOAMERICANA Y CARIBEÑA DE CIENCIAS SOCIALES - PRIMER FORO MUNDIAL DEL PENSAMIENTO CRÍTICO; 2018

Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales

Sin lugar a dudas, el de Antonio Domingo Bussi representa uno de los síntomas de la pos ? dictadura en Argentina. Su trayectoria, vinculada a la provincia de Tucumán lo ubica desde el Operativo Independencia en 1975 y posteriormente designado gobernador de facto en el bienio 76-78, retirándose con el cargo de General de División en 1982 y afrontando casi 800 causas de delitos de lesa humanidad en el denominado Juicio a las Juntas, iniciado en 1984. Sin embargo, con la sanción de las leyes de la impunidad (1987) fue sobreseído de sus causas, coincidiendo con el inicio de su carrera política en democracia, junto al tradicional ? hoy en día, extinto ? partido Defensa Provincial - Bandera Blanca, fundado por Juan Luis Nougués en 1929. Uno de los objetivos que se propone este trabajo es indagar sobre un momento que implicó el reciclaje de viejas referencias oligárquicas y el aluvión de nuevas identidades políticas y sociales en la provincia, además de aquellos discursos y sentidos hegemónicos sobre la dictadura, que construían un escenario complejo.Junto con Bussi, el ciclo de agudización de la violencia política y la represión sistemática en la provincia retrocede hasta 1975 con el Operativo Independencia, y su nombramiento como Gobernador de facto de la provincia inicia con el asesinato del Secretario General de la Agremiación Tucumana de Educadores Provinciales (ATEP), Francisco Isauro Arancibia, y su hermano, Arturo Arancibia, en la misma sede gremial. La importancia de la participación de ATEP en la conformación de la CTERA (Confederación de Trabajadores de la Educación de la República Argentina), su labor gremial dentro de la provincia desde la conquista del Estatuto del Docente en 1958 y la capacidad de aglutinamiento y movilización de la fuerza social y sindical combativa en la provincia, construían a ATEP como un elemento ?peligroso y extraño? en el ideal social de los sectores militares radicalizados. En sintonía con Eduardo Rosenzvaig (2011), el asesinato de Arancibia en el mismo sindicato representa no sólo la legitimación estatal del oprobio sino el inaugural hito de la imposición de un proyecto económico, político, cultural y educativo por parte de las Fuerzas Armadas y sus aliados del sector empresarial.Ahora bien, el final de la Dictadura no implica cortes históricos taxativos, sino la continuidad de las lógicas sociales impuestas por la Dictadura y la porosidad de las instituciones del Estado provincial, que resultaron vehículos para aquellos agentes y sectores provenientes del seno del bloque de poder dictatorial en su propia transición hacia la democracia; y al mismo tiempo, construyeron los márgenes de la acción social de la sociedad tucumana. Aquellos sectores involucrados en momentos de radicalización de las expresiones de resistencias al bloque de poder sufrieron el peso de la violencia estatal y, las reconfiguraciones estructurales de la sociedad tucumana de la pos - dictadura relegaron a sindicatos y partidos políticos al hegemón neoliberal.Las múltiples lecturas sobre la pos - dictadura argentina y enfocando en Tucumán, sobre el fenómeno de emergencia política de Antonio Domingo Bussi, apuntan a interpretaciones sobre los fundamentos políticos e ideológicos del partido ?bussista? (Aibar Gaete:2005) (Novaro:2000), a las procedencias sociales y las ?modulaciones de la memoria social? sobre su legitimación política y electoral (Crenzel:1999;2001) o bien la indagación sobre los liderazgos autoritarios en la región del noroeste argentino (Marcos:2005). Sin embargo, y tal como se propone esta ponencia, es pertinente indagar sobre la reconversión periférica (Rosenzvaig, E. Lobo, H.:1993) de la pos ? dictadura; es decir, el proceso de transformación de las identidades sociales y especialmente en las lógicas de la acción sindical en la política frente a la ?conversión? de Antonio Domingo Bussi.No hay dudas que las huellas de la dictadura y del propio Bussi contornean el presente y el pasado reciente en la provincia. El escenario provincial, pasada la Dictadura, refleja la eficacia de los dispositivos de la represión estatal y la supervivencia de ?discursos, figuras y prácticas autoritarias? en contextos formalmente democráticos. Quizás, el sindicalismo tucumano de la pos ? dictadura intentaba reconstruirse en un contexto desfavorecedor, tal como epilogaba Eduardo Rosenzvaig su libro ?Quimeras y Pesadillas: Bussi ? Palito y Menem y la Reconversión Periférica? (Ediciones Buena Letra: 1993), desde aquellas ?Quimeras y pesadillas que nos llevan a melancolías por el pasado y mitos cargados de presagios?.