El saber ambiental como forma de vida

JULIÁN REYNOSO; CECILIA ESTRABOU

Córdoba

Jornada; Jornada de Filosofía, Ciencia y Ambiente; 2023

Es posible señalar un marcado contraste entre la respuesta generalizada que hubo a raíz de la pandemia del SARS-COVID19 en comparación a la que hay en relación a la crisis ambiental a la que nos enfrentamos. Si bien existen sectores que se empecinan en negar ambas, los cimbronazos que hubo a partir de  marzo de 2020 no se comparan con la relativa tibieza con la que parece ser encarada la crisis ambiental producto del cambio climático. Aunque hoy parezcan lejanos, en aquellos primeros momentos de la pandemia, en aislamiento y con un futuro que entonces era más nebuloso que nunca resultaba imposible preguntarse “¿cómo cambiará esto nuestra vida?”.Enrique Leff (2007) señala que “la crisis ambiental no es pues una catástrofe ecológica que irrumpe en el desarrollo de una historia natural (…) más que una problemática ecológica, es una crisis del pensamiento y del entendimiento, de la ontología y de la epistemología con las que la civilización occidental ha comprendido el ser, a los entes y a las cosas”.En este marco, es que nos preguntamos entonces por la relación entre la filosofía y el ambiente. La filosofía, durante largos siglos, apuntaba a constituirse como una “forma de vida” según la cual aspirar a ciertos ideales. Es indudable que es necesario modificar aspectos de nuestra formas de vida si tenemos alguna esperanza de paliar los efectos de la crisis ambiental. Muchas de las “soluciones” que se presentan en el discurso público actualmente como la descarbonización, la transición energética, etc. parecen ser respuestas técnicas a problemas que no se agotan en lo técnico. Desde la biología se trabaja el concepto de “adaptación”, pero ya no en clave darwiniana sino en términos de “mitigación” de los efectos de la crisis. Por la manera en la que están configuradas muchas de nuestras vidas hoy por hoy no permiten esa clase de reflexiones. Byung-Chul Han señala que “sólo percibimos la vida en términos de trabajo y rendimiento”. ¿Qué consecuencias tiene esa forma de concebir la vida? ¿Son posibles otras formas distintas? ¿Hay alguna propuesta que podamos tomar en consideración, alguna idea que ilumine un futuro diferente?Es con estas preguntas en mente que, lejos de mirar al pasado con nostalgia, nos proponemos indagar en las transformaciones que debemos hacer mirando al futuro.