Cuerpos débiles: energías, políticas alimentarias y depredación de bienes comunes

ADRIAN SCRIBANO; ANGÉLICA DE SENA

Democracia pós?desenvolvimento e gestão de bens comuns

Editora Annablume

Lugar: San Pablo; Año: 2016; p. 115 - 128

No hay bien más común que la energía corporal y la energía social, la una en conexión directa con las nutrientes y las posibilidades de acción y la otra con las distancia/proximidades entre la resignación y el rechazo. El capitalismo a escala planetaria y especialmente en el sur global ha desarrollado en las últimas dos décadas o si se quiere en el comienzo del siglo XXI un conjunto de estrategias que redefinen los roles del Estado en tanto mecanismo de evitación conflictual. Uno de ellos, tal vez entre los más importantes, son las políticas sociales en torno a la alimentación orientadas a ?proveer comida? en forma directa o a través de distintos ?tipos? de comedores, a las (diversas) fracciones de las clases sociales más desposeídas en términos de la depredación energética. En las actuales condiciones de las estrategias masivas de asistencia a la comida se producen tres procesos que, al menos, podemos señalar como concomitantes: a) apuntan a la saciedad y no a la nutrición, b) no reparan por lo tanto los gastos de energías ni los suponen y c) tienen una reproducción intraclase e intergeneracional. El presente trabajo busca hacer evidente las conexiones entre políticas alimentarias y depredación en el caso Argentino desde la década de los ´80 que tienen como consecuencia directa la desposesión de energía corporal y social a través de la gestión de las políticas de los cuerpos y las emociones. Para lograr el objetivo citado hemos seleccionado la siguiente estrategia argumentativa: a) se resumen los contenidos básicos de los conceptos de energías corporales y depredación, b) se presenta las deficiencias de los dispositivos estatales en generar condiciones nutricionales adecuadas y c) se efectúan algunas reflexiones que permita hacer evidente el objetivo establecido para el capítulo.Es importante notar que existen conexiones por demás claras entre aumento de programas alimentarios y disponibilidad de energías corporales, cuestión sobre la cual se vuelve en las notas finales.