BECAS
GRIMI Sabrina BelÉn
capítulos de libros
Título:
Control, disciplinamiento y 'reordenamiento' académico (1975-1981)
Autor/es:
GRIMI, SABRINA
Libro:
La Facultad de Filosofía y Letras: de la Universidad Nacional del Litoral a la Universidad Nacional de Rosario. Estudios sobre su Historia
Editorial:
HyA Ediciones
Referencias:
Año: 2021; p. 155 - 200
Resumen:
¿Podríamos, a partir de los documentos burocráticos, rastrear las huellas que había dejado tras de sí la implementación del terrorismo de Estado en la actual Facultad de Humanidades y Artes? ¿Nos permitían reconstruir, desde una mirada más amplia, los cursos que había adquirido la vida institucional en esa coyuntura? Sin dudas, las respuestas a estas preguntas fueron, y siguen siendo, positivas. Dentro de todo ese gran arco de registros que exhibían diferentes estilos de escritura, tamaños, texturas, aromas y otras tantas descripciones físicas, la búsqueda se centró sobre los documentos que pudiesen reflejar los marcos normativos que definieron y delimitaron cómo sería la vida universitaria en ese entonces. Tras ellos fuimos. Ya desde el año 1975 es posible identificar en las unidades académicas la progresiva instauración de determinados mecanismos que empalmaron con lo acontecido a partir de marzo de 1976. Cuando se produjo el golpe de Estado, la Universidad Nacional de Rosario fue intervenida al igual que el resto de las universidades nacionales, y con ello, también sus respectivas facultades. Concebidas desde el ideario militar como el espacio propicio para la formación de “subversivos”, las casas de estudio se constituyeron en uno de los campos en los que el régimen dispuso librar batalla. En función de erradicar a aquel “enemigo”, se solapó a la faceta represiva el despliegue de dispositivos “no violentos” amparados en un cuerpo normativo que, en su conjunto, alteraron significativamente la cotidianeidad de los claustros. Desde la cartera educativa nacional, se estipularon una serie de lineamientos y políticas en las cuales se debía enmarcar la “normalización universitaria”, que coincidían con los preceptos adoptados por el proyecto dictatorial. Pero, si bien estas disposiciones se formularon a escala nacional y resultaron comunes a todas las universidades, la forma en que se materializaron y el impacto ocasionado en los escenarios locales adquirió dinámicas diferentes.En esta línea, el capítulo que aquí se presenta propone abordar la vida institucional de la Facultad de Filosofía y Letras, luego devenida en Humanidades y Artes, durante el período 1975-1981, analizando la implementación de ciertos dispositivos represivos, de control y disciplinamiento, como así también de políticas ligadas a la reestructuración académica. De esta manera, el trabajo busca exponer las modificaciones ocasionadas en las aulas a partir de una serie de normativas, decretos y reglamentaciones que regularon no solo las cuestiones académicas y administrativas, sino también la rutina diaria de la facultad en sus variadas dimensiones. Para emprender el recorrido, procuramos tensionar las particularidades del caso con aquel proceso social más general del que forma parte, en el que se entretejen las dinámicas de la facultad, de la universidad, de la ciudad y del sistema universitario nacional. Los documentos burocráticos recabados en el marco del Programa de Preservación conforman un gran arco de registros constituido por resoluciones, expedientes, notas y legajos que nos permiten abordar la normativa institucional del período, pero no únicamente. Su triangulación con otro conjunto de fuentes heterogéneas, escritas y orales, posibilita ampliar la profundidad del análisis para desentramar el modo en que la “normalización” institucional tomó cuerpo dentro de la facultad a través de instrumentos y acciones definidas, cercenando determinadas prácticas y espacios y transformando las relaciones que allí se constituían. El capítulo comienza indagando las medidas restrictivas y disciplinarias que se implementaron progresivamente en la facultad en los meses que precedieron al golpe de Estado y aborda, en ese marco, el cierre del comedor universitario, aquel que se constituyó en una pieza fundamental de la vida estudiantil. Luego analiza los efectos de la dictadura al interior de la unidad académica hasta el año 1981, cuando se produjeron un conjunto de transformaciones más amplias que afectaron no solo al plano político nacional y regional, sino también al rumbo de la política universitaria, ocasionando los primeros reclamos estudiantiles en la esfera pública local. Allí se exploran los diversos mecanismos que se aplicaron en aquellos años para perpetrar la “normalización” de los claustros: la limpieza administrativa, los dispositivos represivos, de control y disciplinamiento, y el reordenamiento académico. Si bien optamos por presentarlos de forma diferenciada para abordarlos con mayor profundidad, es preciso comprender que funcionaron de manera complementaria y articulada.