Pequeños pasos y luchas dentro del ámbito de formación académica: visibilizando y reflexionando nuestras vivencias en la gestión como representantes estudiantiles.

JOANA BELÉN REYES; MARÍA BELEN VELARDEZ FRESIA

Cordoba

Encuentro; El Pasado Nos Convoca III; 2022

En el ámbito académico de la Facultad de Cs. Naturales e IML, Universidad Nacional de Tucumán, la carrera de arqueología posee un departamento académico constituido por docentes, graduades y estudiantes, el cual cumple el rol de tratar problemáticas académicas que competen a los tres estamentos mencionados anteriormente; y sugerir tribunales de exámenes, concursos y tesinas.En el 2018 asumimos como representantes estudiantiles, después de varios años en los que el puesto estuvo ocupado por compañeros de nuestra carrera. A partir de allí notamos un cambio en cuanto a los temas que pudieron ser discutidos y resueltos en el ámbito académico. El departamento como espacio de acción y gestión política había sido poco visibilizado entre les estudiantes al momento en que nos unimos a él. En nuestro caso, nos enteramos de su existencia muy avanzadas en nuestra trayectoria por la carrera. Cabe destacar que hasta entonces la Tecnicatura Universitaria en Documentación y Museología Arqueológica, dictada en la misma casa de estudios, no poseía su propio departamento constituido. Por esta razón como representantes estudiantiles asumimos la responsabilidad de tratar las problemáticas de esta carrera a través de nuestro rol. De esta forma nos abocamos a la tarea de representar los intereses estudiantiles tanto de Arqueología como Museología.En nuestra labor como representantes nos tocó enfrentar cuestiones nunca antes abordadas a nivel institucional. Se trataba de situaciones que tenían antecedente de ocurrir desde hacía varios años en la carrera; sin embargo, según los reglamentos no eran de nuestra incumbencia como Departamento de Arqueología. Una de ellas fue la violencia de género entre pares y también por parte de docentes. Durante ese tiempo nuestra casa de estudios apenas se encontraba formando un área de género, con su respectivo Protocolo, que pudiera asesorar y resolver estas cuestiones. Al recibir este tipo de denuncias estudiantiles tuvimos que iniciar un camino de formación, aprendizaje, militancia, lucha y constante presión para generar un cambio visible en cómo hasta el momento sucedían estos hechos, es decir con total impunidad y en el silencio del encubrimiento por parte de los demás estamentos y autoridades, que se evidenciaba en un ambiente patriarcal con el que nos topamos múltiples veces.La violencia de género y el abuso de poder, propio de la sociedad androcéntrica en la que vivimos, también la sufrimos en la gestión que llevamos a cabo desde otros espacios que buscaban beneficiar al alumnado. La negativa rotunda, sin lugar a negociación ni razones comprensibles a la creación del departamento para la carrera de museología es un ejemplo claro de la situación antes mencionada. Después de tres años de enfrentarnos a ese rotundo NO, se logró la creación del departamento gracias al esfuerzo del estudiantado, les representantes y consejeros estudiantiles, así como el apoyo del Departamento de Arqueología frente al Consejo Directivo de la Facultad de Cs. Naturales. Como consecuencia de todo esto, se visibilizó con más frecuencia situaciones de abuso de poder, acoso sexual, xenofobia y homofobia, que suelen sufrir les estudiantes no solo a nivel personal sino también académico.