Vandalismos en disputa: reflexiones situadas en Furilofche/Bariloche

MARÍA AGOSTINA SILVESTRI; MARISOL CERRINI MADRID; QUINTANA MARÍA MARTA; MATILDE LUNA

Congreso; 3º Congreso Internacional de Artes. Revueltas del Arte; 2023

Este 24 de marzo se cumplieron veintidós años de la iniciativa de rebautizar como Plaza de los Pañuelos a la “Expedicionarios al desierto” del Centro Cívico de Bariloche. Se trata de un gesto litigioso que inscribe/escribe -en la escena pública- la lucha de los organismos de DDHH mediante una intervención en/sobre el patrimonio. Consiste en la pintada de los característicos pañuelos de las Madres/Abuelas de Plaza de Mayo en las lajas de la plaza, y en su repintada cada 24. Desde hace algunos años, se suman los kultrunes mapuche, generando otra torsión en las disputas por la memoria y el espacio público. En el marco de esas iniciativas políticas, estéticas y artísticas, la estatua de Roca, erguida en el centro de la explanada como símbolo del éxito de la “conquista”, se vuelve también objeto de intervención, lo que genera reacciones en cierta parte de la ciudadanía. Si en el mejor de los casos se han juntado firmas para exigir al municipio que erradique las pintadas en cuestión y restaure tanto el patrimonio arquitectónico como el monumento del General; otras reacciones, menos “cívicas”, han consistido en vandalizar directa y anónimamente los pañuelos y kultrunes. De este modo, la plaza principal se ha convertido en un escenario de vandalismos en tensión, productivo para un análisis sobre la violencia y ciertas luchas por el des/reconocimiento. Si a la primera forma de manifestación -disensual- la pensaremos como un modo de vandalismo queer, torcido, que busca desviar sentidos instituidos, usos del espacio público y configuraciones del tiempo; a la segunda, la pensaremos como una forma de vandalismo ‘recto’, restaurador de cierto “desorden” solidario de una lógica inmunitaria y de un consensualismo estético. Nos proponemos reflexionar sobre el “reparto de lo sensible”, las agencias afectivas enardecidas y los procesos de subjetivación política que performan e intensifican dichos vandalismos.