Erosión pluvial de playas: la necesidad de un cambio de paradigma ante el cambio climático

GARZO, P.A.; ISLA, F.I.

Ciudad Autónoma de Buenos Aires

Jornada; I JORNADAS SOBRE CAMBIO CLIMÁTICO; 2023

Una de las particularidades de la región marítima pampeana es su gran variabilidad climática asociada a períodos de inundaciones y sequías, directamente relacionados con el fenómeno El Niño-Oscilación del Sur. La baja permeabilidad de los suelos de las zonas interiores junto con su escasa pendiente y la falta de desarrollo de una red de drenaje superficial, llevaron a la implementación de infraestructura de drenaje y canalización hacia zonas costeras desde comienzos del siglo XX. Asimismo, las villas balnearias del sector septentrional del litoral bonaerense se originaron, desde la década del ’50, en respuesta a la demanda turística de sol y playa. Algunas de ellas llegaron a convertirse en ciudades costeras, alcanzando las tasas de avance urbano más altas del país a mediados de la década del ’70. Estos procesos se vieron asociados a una falta de planificación que derivó en modelos de gestión ambientalmente deficientes. Las localidades emplazadas sobre barreras de dunas no contemplaron el drenaje de los excesos hídricos, confiando en que la infiltración natural del sustrato arenoso dominara el escurrimiento superficial, mientras que la fijación artificial de dunas permitió generar nuevos espacios urbanizables. Las calles y avenidas fueron trazadas sobre las depresiones intermedanosas, puntos más bajos en el relieve natural de las dunas, buscando respetar el paisaje original. Estas fueron impermeabilizadas y pavimentadas, causando que los excesos hídricos superficiales fueran canalizados directamente hacia las playas producto del desnivel topográfico. Esto incrementó los procesos erosivos, a la vez que disminuyó la recarga natural de los acuíferos costeros, principal fuente de acceso al agua de estas localidades. Para este trabajo se realizó una revisión de registros históricos de perfiles de playas y mapas de erosión-depositación generados a partir de trabajo de campo desde la década del ’90 hasta la actualidad para tres municipios de la Barrera Medanosa Oriental (La Costa, Pinamar y Villa Gesell). Esto ha permitido identificar sitios críticos de evacuación de excesos hídricos en diversas localidades. Se observaron evidencias de la erosión de playas inducidas por la canalización de desagües pluviales en los municipios de estudio. La barrera medanosa está principalmente compuesta por arenas finas, siendo altamente vulnerable y erosionable. En algunas localidades como Villa Gesell y San Clemente del Tuyú, se construyeron disipadores pluviales que captaban los excesos 100 m antes de la línea de costa. Sin embargo, estos no fueron suficientes para subsanar el incremento constante en la escorrentía superficial por la impermeabilización del cordón medanoso.La erosión por incremento en los caudales pluviales se suma a los procesos erosivos inducidos por el oleaje y las mareas extraordinarias de tormentas. Además, el incremento en el nivel del mar y en las precipitaciones previstos por el IPCC para el SE de Sudamérica incrementará los ritmos de erosión actuales. Por su parte, el aumento en la intensidad y recurrencia de eventos El Niño fuertes promoverán mayores caudales de escorrentía superficial. Los problemas de manejo de excesos hídricos no son exclusivos del sector analizado. Se ha identificado esta problemática en Claromecó, Balneario Las Grutas, La Paloma (Uruguay) y Río Grande do Sul (Brasil). De esta manera, es menester considerar un cambio en el paradigma de la gestión de playas y el manejo asociado a la mitigación de la erosión costera. Históricamente se ha considerado al retroceso en la línea de costa causado por motivos naturales, antrópicos o mixtos, pero principalmente relacionado al régimen de olas y vientos costeros (“erosión desde el mar”). La evidencia sugiere que la “erosión desde la ciudad” es de menor escala pero puede ser de mayor intensidad en algunos casos como el sector céntrico de Villa Gesell. Los resultados de este trabajo sugieren la importancia de promover estrategias de gestión costera que garanticen la infiltración natural de los excedentes hídricos a fin de abastecer los acuíferos costeros, sin alterar los perfiles de playa. A la vez, se debe planificar un crecimiento urbano que contemple esta problemática ante los escenarios proyectados de cambio climático