BECAS
SERRATI Pablo Santiago
congresos y reuniones científicas
Título:
El músico y el docente Reflexiones en torno al lugar de la pedagogía musical en la escuela primaria
Autor/es:
SERRATI, PABLO SANTIAGO; MIRANDA, NATALIA
Lugar:
Buenos Aires
Reunión:
Seminario; Seminario Latinoamericano de Educación Musical; 2016
Institución organizadora:
Foro Latinoamericano de Educación Musical (FLADEM)
Resumen:
En esta ponencia compartiremos algunas reflexiones y análisis que brotan de los avances realizados en el marco de la investigación que llevamos actualmente sobre el lugar de la clase de música en las representaciones de los actores escolares y en la estructura escolar del Nivel Primario (CABA). Las hipótesis centrales de esta investigación fueron presentados en el CAEM2014 (FLADEM-Ar), y son la base a partir de las cuales hemos realizado un trabajo de campo que incluyó entrevistas y encuestas a docentes de música y estudiantes de profesorado de música. A partir del análisis de estas entrevistas, observamos una marcada centralidad del ?acto escolar? en la concepción de la docencia de música del Nivel Primario, y será el objetivo de esta ponencia analizar y dar cuenta teóricamente las implicancias de esta centralidad, entendiendo que el ?acto escolar? es un aspecto naturalizado de la tarea docente, tanto por la escuela como por los docentes de música. Sostenemos que el acto funciona en este nivel como un arbitrario cultural (Bourdieu) que aglutina y da sentido a la práctica del docente de música (habitus), a la vez que delimita el lugar de la música en el conjunto del campo escolar, desplazándola a un lugar marginal en la jerarquía de saberes escolares.Pero, ¿por qué sería la música importante para los actos? ¿Porque en el acto tiene que haber música (y arte)? Partiendo de esta pregunta, desarrollaremos cómo el aspecto más sobresaliente de esta centralidad del acto escolar, es justamente su naturalización. En este sentido, para los docentes de música entrevistados es muy fuerte la idea de que ser ?buen docente? pasa por saber ?montar actos?; y lo más interesante es que los docentes no observan esta asociación como llamativa, sino como algo ?evidente?, generando así una naturalización que opera otorgando legitimidad a esta realidad.En este sentido, podemos ver que en la mayoría de los casos hacer un acto poco tiene que ver con enseñar música (que es la tarea propiamente ?docente? y que implica brindar las herramientas y saberes para una paulatina autonomización del estudiante), sino que por el contrario, el acto se presenta para los entrevistados como una tarea de ?montajista? (Hemsy de Gainza), en la que deben ?ensamblar? estudiantes, en general no conscientes del proceso. Es en este punto que la docencia de música se conforma como una tarea que interpela al docente de música como ?músico?, antes que como ?docente?: Es la ?figura del músico? la que estructura el rol del docente de música, y el sistema educativo interpela al docente de música en tanto músico que puede generar ensambles cuyo resultado es un producto musical ?para mostrar?. Por contrapartida de los buenos resultados obtenidos, esta configuración del docente de música como músico, evade el rol de docentes (encargados de enseñar-compartir). En este sentido, es que aquello que articula el sentido de la docencia de música es la negación de la propia profesión docente.