BECAS
GOÑI Morena
congresos y reuniones científicas
Título:
Puerto Norte: paisaje, patrimonio y espectáculo.
Autor/es:
MORENA GOÑI
Reunión:
Jornada; Agua e (in)justiciasl socio-espaciales; 2018
Resumen:
Esta ponencia tiene como finalidad problematizar en torno a las apropiaciones, tanto materiales como simbólicas que se dieron en la ribera central de Rosario (Santa Fe), más precisamente en el área de Puerto Norte. El título en cuestión alude a las múltiples dimensiones que se articulan para forjar una espacialidad a tensa e icónica que tiene al río como actor principal. En primer lugar, Puerto Norte se despliega como escenario de caso que nos permitirá evidenciar las transformaciones que el modelo neoliberal imprime sobre la trama urbana. Dichas transformaciones han tenido como objeto, en parte, la revitalización de los segmentos costeros otrora signados por actividades portuarias, ferroviarias y fabriles. Los fósiles productivos han sido objeto de una reconversión en clave recreativa, comercial y residencial de alta gama. En este sentido, Rosario proclama haber saldado una demanda que adeudaba desde hacía décadas: dejar de darle la espalda al río. Sin embargo, advertimos que la espacialidad resultante en Puerto Norte no está en connivencia con lo que sus fundamentos que proclama, la creación de espacio público de cara al río y la revalorización patrimonial. ¿Qué queda de esa conexión medular con el río? El poder en pugna de los distintos actores que participaron en la intervención de Puerto Norte confluye en una mirada consensuada hacia el río y su costa. Mientras la costa es entendida por los pescadores como una puerta que conecta el río y la ciudad, el urbanismo posmoderno la entiende como ventana o balcón, medios que lo tornan mero objeto de contemplación visual. En esta zona, el agua barrosa del Paraná deja de ser ese cuerpo vivencial históricamente ligado a pescadores, trabajadores portuarios y ferroviarios, y deviene paisaje y objeto de contemplación de los sectores más pudientes de la ciudad. El río como entidad plástica, dinámica y mutable, parece estatizarse en una representación paisajística, espectacular y fetichizada, que sirve a los fines publicitarios. Se advierte que el río y la costa, funcionan como metáforas tranquilizadoras de una espacialidad que inquieta por sus connotaciones clasistas y segregacionistas. ¿En qué medida el río, el patrimonio y el espacio público devinieron mera imagen, decorado fantasmático de un escenario sólo preocupado por la generación de plusvalías?